Desayunar y tapear. Dos acciones del día que casi nadie quiere perderse, y cada una tiene su momento. Las dos pueden hacerse en el bar La Tacita, ubicado en el barrio del Zaidín (Avenida América, 49). Este negocio, que lleva tres años abierto, está regentado por una familia de Dúrcal. Su propietario, Rafael De Orta es, como todo emprendedor, un hombre atrevido que decidió dejar el pueblo y "probar suerte y algo nuevo en la capital granadina", comenta.

"Hacerse un hueco en el Zaidín es complicado", indica De Orta, pero con esfuerzo y trabajo diario -sólo cierra los martes para descansar- los sueños se van haciendo realidad.

Rafael y Montserrat alquilaron el local donde antes había existido otro bar y le dieron un aire diferente: el suyo. Eligieron el nombre de La Tacita porque les gustó -y convirtieron a esta vasija en el icono del establecimiento- donde cada día se entregan al cliente con su buen servicio.

Según De Orta, lo que realmente les define son su "pan casero de pueblo para el desayuno y sus tapas tradicionales". Desayunar en La Tacita es económico, café y tostada cuesta 1,90 euros "y tenemos todo tipo de ingredientes para las tostadas y mermeladas del pueblo: de Higo con chocolate o de peras al vino, por ejemplo", enumera Rafael.

En lo referente a las tapas puntualiza y subraya que "son caseras, cocinadas todos los días por Montserrat. No hay nada congelado, aquí elaboramos de modo tradicional...". Caracoles, migas, bacalao a la vizcaína, manitas de 'ministro'... Así hasta alcanzar la veintena. La carta de tapas incluye nuevas cuando el tiempo lo requiere, como es el caso de estas fechas que es típica la Olla de San Antón.