Hay distancias que no se perciben si el ambiente es el preciso. Capileira y Granada están separadas por 73 kilómetros, aunque tal es el arraigo que algunos sienten por la tierra alpujarreña que bajan casi 700 metros de altitud para traer a la capital un pedacito aquellos pueblos. Este es el caso de El fogón de Capi.

Los hermanos López son el ejemplo de este fenómeno. Iván y Ángel López, de 22 y 29 años respectivamente, pese a su juventud se han lanzado sin miedo a la vida del empresario. Pero todo tiene su explicación: estos dos hermanos, así como el resto de su familia, han vivido siempre tras la barra de un bar, en este caso del famoso restaurante Ruta de las Nieves, en Capileira.

Sugerencias

Iván, siendo el más joven, decidió ponerse al frente de su propio negocio, tras abandonar la universidad ya que, dice, se dio cuenta de que lo que realmente le apasionaba era la hostelería. De inmediato, su hermano Ángel, amante de la cocina, decidió embarcarse con él.

De esta manera nació El Fogón de Capi -Capi es el apodo de Iván-, un bar ubicado en la Avenida de Cádiz, dentro del populoso barrio granadino del Zaidín. Los hermanos López han querido especializarse en la gastronomía alpujarreña, ofreciendo a sus clientes desde embutidos hasta miel -una de las joyas de aquella tierra- tanto en el bar como para llevarlo a casa.

La cocina de este lugar recorre los platos tradicionales granadinos imprimiéndoles un toque de cocina creativa, que según cuenta el hermano menor, corre a cargo de Ángel, cocinero apasionado de los fogones.

Entre su carta de tapas podemos encontrar jamón serrano de Trevélez, Queso alpujarreño y demás embutidos típicos, además del rico lomo al aroma de la sierra, lomo a la pimienta verde, patatas asadas con relleno a elegir, croquetas caseras, manitas de cerdo, migas de pan de la alpujarra, lomo en orza, plato alpujarreño mini, gazpacho, panceta o tomate aliñado con jamón serrano. Además siempre ofrecen una tapa del día especial. Cuenta Iván que su público general es gente de mediana edad en adelante, los que más aprecian la cocina tradicional. También acuden muchos trabajadores del barrio llamados por su menú que incluye un primer plato a elegir entre salmorejo, ensalada de la casa o ensaladilla rusa; y un segundo que cambia según la cocina del día. El menú, que tiene un precio de 8 euros, ofrece también bebida, pan, postre o café.