¿cuál es la receta perfecta para conseguir que un lugar englobe una gastronomía de diez, un espacio bonito y cuente con un equipo humano que invite a repetir? La respuesta la tiene el gastrobar La Rezeta, situado en la avenida de la Ilustración 119, en la zona del Parque Tecnológico de la Salud.

El bar, regentado por Sebastián Plata Herrera y su nuera, Gema Alcaide, va construyendo poco a poco su historia ya que solamente llevan un año y medio abiertos. Pese a que son nuevos en el barrio no son unos desconocidos para sus vecinos. Atienden tanto a trabajadores del PTS como a vecinos de las urbanizaciones y visitantes de la zona,. Su éxito no extraña a nadie, ya que dentro de La Rezeta guardan la clave de la buena mesa y del buen servicio.

El acogedor establecimiento aúna la gastronomía puntera con los exquisitos platos tradicionales. Aquí se puede comer en familia, bien de tapeo o con raciones y platos combinados que ofrecen de lunes a jueves.

Al abrir durante todo el día abarcan todas las especialidades: desde los desayunos, hasta comidas, meriendas y cenas. Del mismo modo, en La Rezeta también pueden probarse mantecados y dulces caseros que elabora Sebastián, antiguo pastelero.

Él destaca la fama que tienen sus menús, adaptados a todos los gustos y con una variedad reseñable: catorce platos diferentes entre comidas caseras como potajes y platos combinados. "Los garbanzos son el favorito del público", cuenta el dueño.

Durante el fin de semana también tienen paella, además de su excelente carta de tapas que hace las delicias de sus visitantes "a cualquier hora", explica Gema.

La Rezeta tiene la suerte de contar con una cocina muy dinámica, ya que además de lo que aparece en carta, ofrecen diariamente nuevos platos "que hayamos hecho ese día", dice Gema.

Celíacos, veganos y vegetarianos pueden encontrar en este lugar su casa: en la carta aparecen platos donde pueden elegir entre muchas variedades, todas adaptadas a ellos.

Entre sus tapas, las más reseñables son el pinchito, el cous-cous, la tosta de huevo, york y cebolla caramelizada y la de morcilla, la pizza de masa casera, el kebab y los huevos rotos. Por no hablar de las increíbles hamburguesas de pan de colores y sabores a kepchup, picante y tinta de calamar, albahaca y curry.

Su plato estrella es la milhoja, un plato agridulce que elabora Sebastián y que crea una fiesta de sabores en el paladar. Por eso mismo es de las tapas más solicitadas por su clientes.

El público habitual de la mañana y del almuerzo son los trabajadores del PTS: médicos, técnicos de laboratorio o dentistas; además de los estudiantes de la zona que también llegan por la tarde para merendar y disfrutar del wifi y del sol que inunda el local todo el día gracias a sus grandes cristaleras.