Torear en la plaza de Toros de Granada es especial para un torero. En mi caso, mucho más. De hecho, la plaza de Toros de Granada es un escenario y una de las citas más importantes de esta temporada, para mi. El Frascuelo, donde tomé la alternativa hace doce años, ha sido un pilar fundamental en mi carrera, es una plaza que me ha dado mucho y donde he tenido tardes muy importantes. Me entrego en todos los sitios en los que toreo, si bien es cierto, que la afición de mi tierra me lleva en volandas y me hace sentir algo especial cuando toreo ante ellos.

Estoy muy contento y satisfecho cuando llegó a Granada, es algo maravilloso. Es una afición que quiere disfrutar de la fiestas, que el toro se mueva, que el torero disfrute y que ellos pasen una tarde buena. Los granadinos van a disfrutar a la plaza, del espectáculo, y aunque a unos les gustará más una cosa a otros otra, pero la verdad, es que es una afición que le gusta la fiesta en sí del toro e intentan disfrutar al cien por cien cuando van al Frascuelo. 

Lo que más me ha gustado y llamado la atención desde chiquitito de la Feria de Granada, conocida como el Corpus, como es lógico han sido los toros. De todos modos, de la Feria de Granada destacaría el ambiente y como la gente trata de buscar sus días para disfrutar del Corpus. Aunque a parte de la Feria, Granada tiene ese matiz y carisma que le hace tan especial. En cuanto hablas de esta tierra en cualquier sitio del globo terráqueo, la reacción más típica es que a todo el mundo se le llene la boca y se le viene una sonrisa. Y eso, por lo menos a mi, me enorgullece un montón.