Corpus

Muerte o suerte, pero del vendedor nadie se acuerda

Cierto que la llamada fiesta nacional no atraviesa por su mejor momento: antitaurinos, espeluznantes cogidas, críticas... Tan cierto como que los que peor lo pasan no son precisamente los toreros, apoderados, espectadores o entes públicos, ya que detrás de esta exhibición se encuentra gente que intenta vivir, no sin dificultad, de este espectáculo. Con tan sólo 'dar una vuelta al ruedo' te encuentras con personas como Manuel Moreno, un valenciano de 68 años que se dedica a la venta de artículos taurinos. "Desde hace 22 años vengo a Granada y las cosas cada día van a peor", comenta Manuel, porque "no se vende nada, antes no había problema ninguno y los que venían a las plaza compraban mucho más". Ahora todo es un laberinto; por esos motivos, pero también porque "la policía impone más normas, historias y líos, ¿por qué tantas dificultades? Si no ayudan por lo menos que no pongan zancadillas", expresa amargamente el vendedor.

Es verdad que acude menos gente a los toros que años atrás, pero como dice el propio Manuel "cuando tenemos 4 millones de parados la gente se tiene que buscar la vida honradamente y trabajar sin hacer mal a nadie".

En lugar de ayudar a la fiesta, la están perjudicando, y el gremio termina por sentirse como vulgares delincuentes "por ejemplo, si no has sacado el permiso te requisan las cosas, no sé porque tienen que prohibir de esta manera". Tal vez tendrían que tener más consideración con estos vendedores, "creo que esto es bonito para una plaza de toros: capotes, objetos con la cara de los toreros...", realmente son cosas que dan más colorido y ambiente a una tradición cada vez más criticada.

Fuera de la plaza no se pide la oreja ni se mira al cielo, pero los pañuelos y banderas hondean al viento. Se ofrecen recuerdos para los turistas en forma de cartel, capotes, fotos o sombreros para el reducir el abrasante sol en la cabeza. Porque como bien dice Manuel: "Estoy para un rato: a la entrada y a la salida, la señora que tiene calor y necesita un abanico para que no le de una insolación, los chubasqueros por si llueve..." Esto es simplemente un complemento de la fiesta que no perjudica a nadie.

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