José Carlos Beneroso es un "manitas" de los buenos. Para comprobarlo basta con pasarse por Plaza Bib-Rambla y ver los dos carruseles ecológicos que se han instalado en la plaza con motivo del Corpus infantil. Los dos los ha hecho él con sus propias manos. El tiovivo de madera tardó casi un año en construirlo. "Era para mis hijos y ahora es para todos los niños de Granada", comenta sonriendo. Con figuras de tamaño medio, el columpio recuerda a las atracciones de las ferias de antes por lo que gusta a niños pero también a sus padres "al recordarles su propia infancia infancia". Para el otro carrusel, Juan Carlos, utilizó neumáticos desgastados y con los que hizo "un pequeño escudrón de caballos"a los que no le falta detalle, "incluso tienen su pelo hecho con cuerdas".

La instalación se denomina ecológica porque la atración se mueve gracias a la energía que él mismo produce con el pedaleo que hace con una bicicleta. "Queremos trasmitir a los niños la idea de que sin grandes artilugios se puede hacer una animación y se pueden divertir sin hacer ruido y de manera muy saludable". Especialmente saludable para él, aunque le cuesta calcular cuántos pedaleos puede dar a lo largo de un día. "Muchísimos", comenta con gracia, el creador de la atracción añade que con todos los caballitos completos, puede llegar a mover con la bici unos 400 kilos. En ocasiones ha tenido la suerte de que algunos padres se han ofrecido a pedalear y así participar en la atracción con sus hijos.

La competencia que puedan generar las grandes atracciones mecánicas que hay en el recinto ferial no amenazan el éxito que tienen sus dos columpios. "Cada columpio tiene su encanto, pero lo más importante es que yo sé que los carruseles les encantan". José Carlos pasará todo el Corpus trabajando. No le pesa porque cuenta que su mayor satisfaacción después de muchas ferias es ver como los niños lo han reconocido por la calle y se han acercado a darle un abrazo. "Es lo mejor que me ha podido pasar. Darle ilusión y alegría a los niños", cuenta.