EL castillo de fuegos artificiales de la explanada del Palacio de Congresos puso ayer el punto y final a los días grandes de Granada. El Corpus 2016 concluía de forma oficial a eso de las 23:00 horas y lo hizo con un punto agridulce. La lluvia acompañó a los granadinos durante las primeras horas de la tarde, mas que por la mañana y a mediodía las predicciones respetaron a los presentes. Fueron unas pocas gotas, y muy finas, aunque suficientes para retraer a muchos de los visitantes que en jornadas atrás habían llenado el recinto ferial de Almanjáyar. No en vano, el sábado ya comenzó algo flojo. Sobre todo en comparación a los días precedentes. Entre las dos y las tres de la tarde la gente se arrancó y las casetas sirvieron los últimos almuerzos antes de recoger.

Sí que se pudieron ver ríos de caballos y carruajes cuyos cocheros se daban los últimos paseos por la explanada de la zona norte de la capital. Una cerveza por aquí, un pincho por allá y poco más. También alguna que otra camiseta del Real Madrid aún desprendiendoalg de polvo después de varios meses en el baúl de los recuerdos. Entre los plásticos de las carpas, las últimas comidas de empresa y un ambiente más hogareño que comercial. El último mediodía se lo reservaron muchos caseteros para los almuerzos de socios. Algo familiar.

Entre los socios de las casetas hay opiniones para todos los gustos. El grado de satisfacción es inversamente proporcional a la cantidad de años montando. Los más jóvenes, como los de la debutante La Candelaria, puntúan con un "sobresaliente" su estreno. José Ángel Espejo, uno de los promotores de esta naciente barraca, afirma que "somos 32 amigos que decidimos montar una caseta después de muchos años tomando vinos en otras". En su caso, las comidas de empresa han sido uno de los puntales. Incluso los días han estado sectorizados. "El jueves vinieron varios gimnasios, como la cadena Viva Gym, y el lunes academias de baile. También hemos tenido a BMN o La Caixa", comenta. En total, unas 350 raciones diarias se han despachado en una caseta que parte con el objetivo de "apoyar al empresariado granadino y los productos de la tierra".

En El Farol no tenían la misma impresión. Francis Bascón es uno de sus portavoces. "En general toda la feria de 2015 estuvo mejor que la de este año", lamenta antes de aclarar que "gente ha habido, pero los paseos no dan dinero". "La caseta ha estado muchos días llena, pero se ha consumido menos que en otras ocasiones", agrega Domingo Carmona, otro de los socios. Juanfran Fernández, también de El Farol, resume escuetamente el plan del personal para la última noche de Corpus: "Fútbol y cena".

Entre las institucionales, la de la Casa de Jaén, famosa por sus raciones, agasajaba a sus clientes migas, patatas a lo pobre y paella. Miguel Cecilia, responsable de la misma, explicaba que "hemos notado una ligera mejora en este Corpus, suponemos que gracias al despegue de la economía". Su balance se resumen con la palabra "positivo".

Algo de desasosiego había también entre los asistentes. Como el de Marifé Piñero, ex socia de la ya extinta caseta Los que Faltaban. "Es el primer día que vengo al Corpus este año. Llegué ayer de Madrid especialmente para ir a la feria. Cuando yo era casetera el sábado era el día más fuerte. Estaba siempre lleno y se esperaba todo el gentío", explica.

El telón del Corpus se echa hasta el año que viene. Han sido siete días intensos. En general, mejor que en años precedentes, aunque todavía hay margen de mejora. Caseteros y feriantes seguro que ya están pensando en cómo potenciar aún más sus atractivos de cara al año próximo. Mientras, se afanan en ir retirando plásticos, barriendo el suelo y desmontando hierros y estructuras. El recinto ferial volverá a ser un solar en los próximos días. Se acabó lo que se daba.