Corpus

Los discretos 'héroes' del ferial

  • Un dispositivo de profesionales vela 24 horas para garantizar un Corpus seguro

Que todo funcione como un reloj en un recinto como el ferial no es cuestión de suerte, sino de trabajo, de mucho trabajo. Que no haya incidencias graves, que las que haya se resuelvan con el mejor resultado posible y que se eviten grandes males, también. Un dispositivo compuesto por más de medio centenar de profesionales de seguridad están alerta 24 horas para que el Corpus se desarrolle como debe, para que los feriantes disfruten con la garantía de tener el respaldo de los discretos 'héroes' del ferial.

Los miembros de Cruz Roja, Protección Civil, Policía Local, Policía Nacional y Bomberos que cada día suben a la feria escuchan la música desde lejos y disfrutan poco de las 'mieles' del Corpus, pero se van a casa todos los días con la satisfacción de saber que juegan un papel vital para el disfrute del resto de la ciudadanía.

El centro de operaciones del dispositivo de seguridad está ubicado justo al lado de la portada de la feria. Ahí, refugiados en unas casetas muy diferentes a las del resto del recinto, permanecen alerta los distintos equipos de seguridad y emergencias. En el puesto de Cruz Roja permanecen alerta una veintena de trabajadores y voluntarios durante las 24 horas del día. La coordinadora del servicio, Ana Vílchez, explica que como mínimo siempre hay un enfermero y dos ambulancias, y que el personal depende del día -los de más afluencia hay más trabajadores y más equipos- y del momento, ya que por la noche siempre hay mayor número de incidencias.

El trabajo 'habitual' de Cruz Roja durante el Corpus es la atención de heridas por cortes y caídas, "de poca importancia, pero muy llamativas". Tratándose de la feria, también llegan hasta Cruz Roja numerosos casos de comas etílicos y alergias, que se agudizan en el ferial.

A medio camino entre los servicios sanitarios y los de seguridad se encuentran los voluntarios de Protección Civil, que permanecen en el recinto desde las 12:00 hasta las 05:00. "Nuestra labor es esencialmente preventiva y sanitaria. También damos apoyo a la Policía Local en temas de tráfico y cortes de vía, así como para garantizar la seguridad en la llegada de caballos", explica Alejandro Ramos, coordinador del servicio de Protección Civil del ferial.

Quizá la actividad más frenética sea la de la Policía Local, que durante la mañana cuenta con un dispositivo de unas 20 personas y por las noches despliega prácticamente el doble de agentes. De ellos depende la seguridad y el control del interior, de las puertas y de los vehículos. Aunque dice poco de la 'civilización' de algunos, muchas de las intervenciones que realizan los agentes están relacionadas con el incumplimiento de la Ordenanza de la Convivencia y, más concretamente, de orinar en la vía pública. Según explica uno de los coordinadores del servicio, en lo que va de feria se han impuesto 29 sanciones relacionadas con la Ordenanza -entre las que destacan también las de botellón-, aunque la Policía está recibiendo una media de 30 o 40 denuncias diarias. La búsqueda de niños perdidos en la zona de columpios, la intervención en casos de peleas o las actuaciones por venta de tabaco ilegal también figuran entre las tareas cotidianas de la Policía Local en la feria.

Los efectivos del Cuerpo de Bomberos también están preparados para cualquier coyuntura. Ayer mismo por la mañana un equipo del servicio realizó una práctica de rescate de tres víctimas en una de las atracciones, ya que en años anteriores los efectivos sí que se han visto obligados a intervenir ante el bloqueo de algún columpio.

En el caso de los Bomberos, el protocolo es clave: lo primero cuando llega un nuevo turno es comprobar que los vehículos y el material están a punto, así como revisar los planos y certificar que las bocas de incendios están donde deben estar y libres de obstáculos. Lo habitual es que los bomberos realicen "intervenciones pequeñas", como la extinción de algún pequeño conato en las cocinas de las casetas. "Todos los feriantes y caseteros tienen nuestro número, estamos permanentemente conectados por teléfono y radio", explica Antonio Manuel Ávila, subinspector de guardia, que ayer a mediodía, justo antes de que llegara el 'desembarco' de caseteros, recorría el ferial para comprobar que todo estuviera como debía.

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