Cruces de Mayo

El Ayuntamiento, convencido de que la 'ley seca' ha atraído más turistas

  • El Gobierno local defiende que la iniciativa tiene "un efecto positivo" para la ocupación hotelera, al cien por cien · La consejera de Gobernación estima que los "vaivenes" municipales crean "confusión"

El Ayuntamiento de Granada ha sacado ya la primera consecuencia positiva de su decisión de prohibir por completo el consumo de alcohol en la calle. Esta medida, según los responsables municipales, ha tenido un "efecto positivo" en el turismo y la afluencia de visitantes en general.

En pleno puente de Primero de Mayo y un día antes de la celebración local de las Cruces, los hoteles de la capital se encontraban ayer con plena ocupación, según datos facilitados por la Concejalía de Turismo. El portavoz municipal, Juan Antonio Mérida, pronosticó ayer que Granada superará "todos los récord" de visitantes estos días.

Todo, a pesar de la medida adoptada este año por primera vez por el alcalde, el popular José Torres Hurtado, de prohibir el consumo de alcohol en la calle durante la fiesta de la Cruz incluso en el botellódromo, aunque ya el año pasado se impidió la instalación de barras junto a las instalaciones tradicionales.

El portavoz municipal aseguró ayer que esta medida no he tenido efectos negativos en los visitantes que acuden a Granada para participar en las Cruces. Por el contrario, Mérida explicó ayer que esta medida puede haber aumentado el número de visitas y recordó que el año pasado no se alcanzó el pleno de los hoteles. No obstante, el edil reconoció que el calendario de este año ha favorecido este éxito turístico.

Por otra parte, la medida adoptada favorece las visitas porque garantiza unos servicios adecuados. "Tenemos la obligación de ofrecer a toda esa gente que viene una ciudad en las mejores condiciones", declaró el teniente de alcalde, para quien el bando del alcalde ordenando la prohibición de beber era la mejor solución después de conocerse la convocatoria de botellones a través de internet.

En la misma línea, el alcalde de Granada, José Torres Hurtado, mostró ayer su satisfacción por la "tranquilidad" con que discurrió el día 1 en la ciudad. De hecho, Torres Hurtado aseguró que los granadinos "están respondiendo estupendamente" y se ha mostrado "contentísimo" de que Granada haya vuelto a ser "el destino turístico por excelencia" durante este Puente de Mayo en España, con un "un cien por cien de ocupación".

"No hay más que darse un paseo por los bares y terrazas para ver que Granada es un destino turístico que, como tal joya que tenemos, hay que tratar de hacer las cosas bien para que no la perdamos", dijo el alcalde. El regidor también aprovechó para dar las gracias "a todos los que han decidido pasar su fin de semana en Granada", a los que, aseguró "les vamos a corresponder con unas estupendas fiestas a las que, además, acompaña el sol" y no como en los dos años anteriores.

La voz crítica correspondió a la consejera de Gobernación, Clara Aguilera, que consideró ayer que los "vaivenes" del Ayuntamiento en sus decisiones sobre el botellón han creado "confusión", y le instó a que utilice "bien" la ley.

Sin ser demasiado explícita, Aguilera mantuvo que el uso adecuado de la ley autonómica puesta a disposición de los ayuntamientos para regular este fenómeno garantiza el disfrute de los jóvenes y la tranquilidad del resto. Con este instrumento legislativo "no tiene por qué haber problemas", indicó Aguilera, para quien los "vaivenes" de Torres Hurtado en sus decisiones sobre el botellón han creado "alguna confusión" que habría que evitar. "Que tome las decisiones que tome, pero que no confunda a los ciudadanos", agregó tras precisar que ese tipo de confusiones no se ha dado "en ningún otro municipio".

La consejera consideró "algo extrema" la medida de cerrar el botellódromo durante tres días, aunque precisó que si con esta decisión se consigue no perjudicar los intereses de ningún vecino "estará bien". No obstante, mantuvo que con una utilización adecuada de la ley "no tiene por qué haber problemas", por lo que "si hay algunas deficiencias en Granada será seguramente por haberse equivocado -el alcalde- en determinadas decisiones". "Lo que no debe hacer es tomar decisiones y contradecisiones en veinticuatro horas", agregó.

Por otra parte, el amplio despliegue de más de 300 agentes de la Policía Local y Nacional en las calles de Granada evitaron, un día más, que se bebiera alcohol en la vía pública. Puntos donde en años anteriores se habían producido grandes concentraciones de personas haciendo botellón, como el Campo del Príncipe del Realejo, estaban controladas por los cuerpos policiales, al igual que el botellódromo de Méndez Núñez, zona vetada para el consumo de bebidas alcohólicas hasta que cese oficialmente la prohibición municipal.

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