Cruces de Mayo

La Policía Local blinda el botellódromo para evitar que se vulnere la 'ley seca'

  • Los agentes informaron a los participantes en las celebraciones del Día del Trabajo de la prohibición de beber alcohol en la calle · La noche del miércoles se saldó sin denuncias pese a que se permitió beber

La tregua que decidió dar el Ayuntamiento a los jóvenes que se concentraron en el botellódromo a partir de la media noche del miércoles, desafiando la 'ley seca', se terminó ayer. A primera hora de la mañana los agentes de la Policía Local, dispuestos a que se cumpla el bando municipal que prohíbe beber al aire libre desde ayer y hasta mañana, blindaron las entradas al botellódromo con vallas de dos metros de altura e informaron a los participantes en las celebraciones del 1 de mayo del contenido del edicto.

De esta forma, los agentes garantizaron que ninguna persona pudiera acceder al recinto ubicado junto al centro comercial Hipercor, evitando así cualquier conato de reunión. Y es que, aunque la máxima concentración de personas en la ciudad se prevé para hoy, el bando empezó a funcionar la noche del miércoles a partir de las 12 horas, al menos en teoría, aunque finalmente el Ayuntamiento decidió dar carta blanca a los más de 1.500 jóvenes para que pudieran disfrutar la noche del miércoles del botellón.

"Sacar a la gente de allí hubiera sido una locura y entendimos que era más correcto que el bando tomara vigencia a partir de esta mañana (por ayer)", manifestó el concejal de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Granada, Eduardo Moral, quien reconoció que la noche transcurrió finalmente con normalidad, por lo que no hubo que interponer ninguna denuncia. Sí hubo que reconducir a algunos jóvenes "despistados" que se concentraron en los alrededores de la plaza de toros para beber.

Para garantizar el cumplimiento del bando municipal ayer entró en funcionamiento el dispositivo especial formado por más de 300 agentes de la Policía Local, Nacional y Guardia Civil, aunque no será previsiblemente hasta esta tarde y mañana, Día de la Cruz, cuando sea necesaria una presencia más activa de los agentes para velar por el normal desarrollo de la fiesta.

Según se acordó en la junta local de seguridad, la Guardia Civil se encargará de hacer controles de alcoholemia en algunas vías de acceso a la capital, mientras que las policías Local y Nacional se ubicarán en unos ocho o diez puntos fijos de la ciudad -aunque también habrá unidades móviles- desde los que controlarán que no se consuma alcohol.

En el bando municipal que prohíbe el consumo de alcohol en la vía pública y en el botellódromo habilitado al efecto el alcalde, José Torres Hurtado, argumentaba la decisión en evitar "la perturbación de la vida ciudadana".

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