Jueves Santo Horarios, itinerarios y recorridos del Jueves Santo y Madrugada en la Semana Santa de Cádiz 2024

Internet nos ha cambiado la vida y sería imposible enumerar las ventajas que proporciona para perfilar una sociedad más descentralizada e inteligente. No sólo ayuda a compartir conocimientos y a denunciar abusos, también varía las reglas del mercado. El comercio y la banca son un ejemplo. Las sucursales no invitan a realizar las operaciones desde el cajero o el móvil por capricho, lo hacen a demanda de los jóvenes, que son los que marcan tendencias. Lo mismo se valen del ordenador para comprar unos zapatos, que para consultar el saldo o incluso para ligar. Del tú le gustas a mi amigo han pasado al coqueteo a través del guasap. El teléfono sustituye al cortejo tradicional porque entre otros chollos, evita que te pongan la cara colorá ante un eventual rechazo. Con ello, sólo se atreven a dar otro paso si la respuesta es un emoticono en forma de corazón.

La mayoría de políticos, como los chiquillos, también se refugia en las redes para huir del cara a cara con el vecino. A muchos apenas les vemos hablar en público porque sus asesores andan más ocupados en que aprendan a navegar por la red. Están convencidos de que hoy no gobierna ni el más competente, ni el más trabajador, ni el más útil: lo logra el que domina la red. La ciudadanía sabe que todos los partidos hacen uso de ella para captar voluntades, de ahí que ni discuta sobre el particular. La fiebre por lograr seguidores es tan delirante que aquel dirigente que no supere los 30.000 amigos en facebook y twitter parece un fracasado, por mucho que tenga las ideas bien claras. Lo preocupante es que todos parecen contagiados por el mismo virus y su mayor empeño está en colocar el tuit en el momento oportuno. Como si la Sanidad, la Educación y las calles y parques se arreglaran con 140 caracteres.

A decir verdad es cómodo, ya que el gobernante se libra en más de una ocasión de verse en un aprieto ante el contribuyente, como ya descubriera en su día Hugo Chaves con Aló, Presidente. Muchos dedos señalaron a Rajoy cuando se dirigió a todo un país en crisis a través del plasma, pero no le faltan imitadores. El presidente catalán Carles Puigdemont esta semana se comunicó con sus vecinos a través de un vídeo para vender las excelencias del desafío independentista y parece que está contento con su política ficción. Algo que tampoco es de extrañar si tenemos en cuenta que la mayoría ya acostumbra a saludar con un me gusta a los mismos amigos y vecinos a los que luego no reconoce a pie de calle. Es lo que tienen las redes, que te permiten ser un profesional del postureo sin esfuerzo.

Lo curioso es que los líderes de Podemos, que fueron los primeros en descubrir el poder de Internet, han vuelto a la carta de toda la vida para trasladar sus mensajes en plena revolución digital. El alcalde de Cádiz sin ir más lejos, en la misiva que hoy dirige a los gaditanos a través de este Diario, afirma que es el mejor medio para que su mensaje llegue sin interferencias. Y sin preguntas incómodas. Sobre el papel, se ha propuesto volver a la calle para rendir cuentas, consciente de que a la hora de la verdad, nadie es del todo sincero en la red. Y es cierto. La cola del supermercado permite conocer la realidad mucho más de cerca que el recuento de los me gusta. A cambio, tendrá que aceptar las críticas. Pero a la larga no se llevará un chasco como tantas y tantas parejas que se conocen a través de meeting y luego fracasan al primer encuentro en la vida real.

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