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Peter Handke en el tiempo

  • 'Contra el sueño profundo' reúne artículos y misceláneas del austriaco, una voz polémica pero comprometida con la literatura y con su época.

El escritor austriaco Peter Handke (Griffen, 1942).

El escritor austriaco Peter Handke (Griffen, 1942).

Investido hace poco doctor honoris causa por la Universidad de Alcalá de Henares, a Peter Handke le llovieron ensalmos. Hasta aquí normal. Pero no siempre fue así, sobre todo en los años en los que el intelectual austriaco se comprometió con la causa serbia en la última guerra de los Balcanes. Recuérdese que el Ayuntamiento de Düsseldorf le retiró el Premio Heinrich Heine por su citada toma de postura ante el matadero de la antigua Yugoslavia.

Entre otros elogios recibidos en España, el rector alabó el que no se supiera si Handke "vive escribiendo o si escribe viviendo". Dio en el clavo el Rector Magnífico. Bajo la luz de otoño de la plena madurez, queda demostrado que el crítico, poeta, ensayista y novelista es sin duda un escritor comprometido vitalmente con la literatura. De ella, como moras en la zarza, busca el fondo a través de la taracea de la forma. Esta búsqueda a través de la narrativa propia -y la de otros- y el aislamiento social son dos de sus grandes obsesiones.

Pero, además, Handke es un intelectual comprometido más allá de la onda literaria. A menudo conviene andarse con cuidado respecto al consabido marbete del intelectual comprometido. Piensa uno, por ejemplo, en el muy pagado Bernard-Henri Lévy o en Lluís Llach, y lo mejor sería atribuirle el mérito de intelectual comprometido y con todo honor a don Mario Vaquerizo.

La ingente obra de Peter Handke (novela, poesía, guiones de cine, ensayo, teatro, artículos de prensa) ha conseguido algo inaudito en nuestra más ignara hora, como es la forja de una coraza moral y de autoexigencia casi penitencial. Nada le repele más que el pensamiento retractilado, la opinión de los mass-media convertida en opiáceo para mayorías perezosas. De ahí su a veces puesta en escena polémica, que nos parecería tal vez, en un principio, algo rebuscada o pretenciosa; pero que el tiempo ha demostrado que se trata de una forma de ser y de estar en el ser, con él mismo y con su tiempo.

Ha coincidido su visita a su querida España con la oportuna edición de dos volúmenes. Alianza publica Peter Handke y España y Nórdica edita Contra el sueño profundo, que es el título que aquí nos ocupa. Se trata de un libro en el tiempo y, por tanto, de un autor que se refracta sobre ese lago retrospectivo. A través de cuatro décadas (desde los 80 del pasado siglo a los primeros años a partir de 2000), se reúnen aquí artículos y misceláneas que Handke concibió para revistas, catálogos y prensa diaria mayormente. Dice en el prólogo su traductora Cecilia Dreymüller que en estos sueltos se constata la evolución intelectual del autor, nacido de una madre limpiadora y de un padre peón de la construcción y alcoholizado. Fue un autodidacto total. Con veintipocos años ya andaba convertido en lo que a priori parecía un agitador cultural o un enfant terrible al austriaco modo.

Handke dedica aquí, sobre todo, comentarios y semblanzas culturales sobre arte (Julian Schnabel, Zoran Music, Jean-Paul Chambas, Peter Pongratz, Emil Schumacher) y sobre literatura (Kafka, Franz Nabl, Patricia Highsmith, Herman Linz, Nicolas Born, Ludwig Hohl, Klaus Hoffer, Christian Wagner). Lo relevante no es tanto el a veces desconocido retratado como la forma en la que Handke, meticuloso, paciente, profundo, desentraña su obra, la fija y realiza como una especie de literatura comparada con lo que sería el ideal literario perseguido por él mismo.

Otras veces los textos aluden a cuestiones políticas en su Austria natal (caso de la candidatura a presidente por parte de Kurt Waldheim, anterior jerifalte de la ONU y probado connivente nazi en la Segunda Guerra Mundial). A veces Handke, con su peculiar lente de aumento, se centra como outsider en figuras como el piloto de Fórmula 1 Niki Lauda, una eminencia en la Austria de otrora y que, dicho sea de paso, forma parte de la infancia sentimental de muchos de nosotros (aquel incendio en el bólido que desfiguraría el rostro al gran campeón automovilístico).

No podía faltar un artículo referido a su sonado lío con la Europa biempensante con motivo de la guerra yugoslava. Se incluye aquí un texto de obligada lectura, que viene a ser la respuesta del proserbio Peter Handke al rechazo que sufrió en la concesión del ya citado premio Heinrich Heine.

Quien por España anduvo trasegando por sus terruños (en Linares escribió su Ensayo contra el cansancio y en Soria su Ensayo sobre el jukebox), escribe en este libro: "Porque sin la escritura diaria, lejos de la escritura, sólo hay infelicidad para nosotros, los necesitados de lectura". Hoy por hoy, lo dicho podría parecer irreverente, exótico o, tal vez, enternecedor.

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