Subida de impuestos, incremento del IVA, menos dinero y también falta de recursos para generarlo. Lo que pasa en España, vaya, tiene su fiel reflejo en el baloncesto, cómo no. Ha habido una espectacular fuga de talentos a consecuencia de que la mejor liga del mundo después de la NBA dispone de muchísimo menos cash. Así de simple. En Europa, Turquía y Rusia arramblan con todo, mientras que más al Este se ha convertido China en un destino profesional de lujo para jugadores que quieren mantener o incrementar su nómina, además de que en el gigante asiático la competición dura pocos meses y los profesionales pueden continuar picando más contratos en cualquier lugar del mundo.

La Liga Endesa se aprieta el cinturón por la cuenta que le trae a los 18 clubes que conforman la orquesta de la canasta. Los problemas económicos casi rompen la sintonía de una competición con docena y media de clubes a la que no accedió el ascendido Menorca por contratiempos pecuniarios, el Lucentum vendió su plaza al lagunero CB Canarias, que logró el premio de disponer de sitio en la ACB pero, incapaz de hacerse cargo del canon exigido, compró el sitio del Lucentum. Estudiantes dio con sus huesos en la LEB Oro, aunque sólo a priori, pues por todo esto se quedó con sitio en la élite, igual que el otro damnificado, el Blancos de Rueda pucelano.

En fin, unos y otros echaron muchas cuentas durante el verano y la mayoría ha conformado plantillas de un nivel notablemente inferior a los años previos. Lógico. Tampoco la televisión está para echar cohetes y sobre la bocina se llegó a un acuerdo con TVE para dar los partidos estelares los domingos a las 19:00 por La1 más otro sabatino por la tarde en Teledeporte; varias autonómicas mantendrán su encuentro dominical de la mañana, a la espera de que se adhiera Canal Sur próximamente tras la desaparición de su segunda cadena.

Hasta 55 novatos debutarán esta campaña en la Liga Endesa, consecuencia evidente de que ha habido pocas opciones de retener a bastantes estrellas, como Pablo Prigioni, Paul Davis, Kaloyan Ivanov, Boniface Ndong, Nik Caner-Medley y Víctor Claver. Salen ganando muchos extranjeros que en otras circunstancias no habrían recibido ofertas de España y también una amplia relación de jóvenes que tendrá mucho peso específico en sus respectivas plantillas: desde Abrines, fichaje de futuro del Barcelona, al prometedor madridista Hernangómez, pasando por la mitad del Cajasol por debajo de los 21 años...

Por supuesto sigue habiendo jugadores de primer orden continental en la Liga Endesa. De hecho, vuelve Rudy Fernández después de su paso efímero al inicio de la pasada campaña durante la huelga de jugadores en la NBA. Ya no tendrá que marcharse. El exterior ha demostrado en el primer torneo del curso, la Supercopa, que regresa con ganas y fue el mejor en la cita ganada por los chicos de Laso, donde también arribó el base Draper, en pos de coronarse con el título liguero después de que se le escapara en los dos últimos duelos de la final. En el Barcelona ha habido más movimientos: incorporación del ex blanco Tomic, el fichaje del poderoso interior Jawai, el retorno del veterano y queridísimo Jasikevicius... Pero todos se fijan en el estado físico de Navarro, el gran baluarte del conjunto de Pascual junto a Lorbek.

Nocioni, San Emeterio, Oleson, los dos Bjeliça y Lampe mantienen la base de un Baskonia al que aterrizan Cabezas, Rochestie, Pleiss y Causeur. Los vitorianos suelen dar la talla y habrá que ver si recupera el pulso competitivo el Unicaja tras un aciago año. Nueve fichajes, más el técnico Repesa diez, jugarán en el Carpena, entre ellos Urtasun y Calloway, ex del Cajasol, y Fran Vázquez. Plantarán batalla el Valencia del combativo Perasovic y el Bilbao de Katsikaris. El ilustre Aíto se hace cargo de un proyecto jovencísimo como es el de un Cajasol que competirá en la Eurocup, en principio los miércoles al haberse cambiado los partidos de la Euroliga a jueves y viernes.

El cinturón aprieta pero no ahoga y la ACB se reinventa con el duelo Navarro-Rudy de fondo.