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Ahora o nunca para Superjavi

  • El madrileño inicia esta madrugada el camino hacia la medalla con el programa corto

Javier Fernández emprende esta madrugada la conquista del último hito que le falta en su extraordinaria carrera como patinador artístico sobre hielo: una medalla olímpica. Seis veces campeón de Europa y dos mundial, Superjavi parte como uno de los grandes candidatos no solo al podio, sino incluso al oro en el Ice Arena de Gangneung, subsede que alberga la mayor parte de competiciones de hielo de los Juegos Olímpicos de Pyeongchang.

El patinador llegó el domingo a Corea del Sur como la principal baza española de terminar con 26 años de sequía de medallas en Juegos invernales, después de las que lograron los hermanos Francisco y Blanca Fernández Ochoa en los slaloms de Sapporo 1972 y Albertville 1992, respectivamente. Para Fernández, probablemente, es un asunto más personal. Después del siempre frustrante cuarto puesto de Sochi 2014, Pyeongchang aparece como la última oportunidad de colgarse un metal en la gran cita olímpica. Su retirada no tiene una fecha fijada, pero de lo que Fernández parece totalmente seguro es de que no afrontará otro ciclo olímpico.

Blanca Fernández Ochoa logró en 1992 la última medalla española en unos Juegos de Invierno

Podría intentar emular a Karl Schäfer conquistando ocho títulos europeos consecutivos o, simplemente, optar por ir despidiéndose de forma gradual para ir concretando su deseo de convertirse en entrenador y transmitir lo aprendido en España, un país donde el patinaje artístico lleva su nombre. Pero antes de eso, su cabeza está centrada en Pyeongchang, donde intentará subir al podio a través de eso que le hace distinto: la conexión emocional que logra con público y jueces.

Sus rivales son más jóvenes y potentes, como la nueva sensación del patinaje, el estadounidense Nathan Chen, que a sus 18 años incluye numerosos cuádruples en su programa. El campeón olímpico, el japonés Yazuru Hanyu, compañero de entrenamientos de Fernández, tiene 23 años, mientras que el también nipón Shoma Uno y el chino Boyang Jin cuentan con 20.

"Nuestro plan es más inteligente", aseguró Fernández. "No queremos meternos en algo que sabemos que no podemos hacer. Creemos que un programa perfecto es más importante y con él tienes más posibilidades de ganar que con un programa más arriesgado y con más altibajos", explicó. La revista Sports Illustrated lo dejó fuera del podio en su predicción de medallas antes de los Juegos, pero a sus casi 27 años -los cumplirá el próximo mes-, el madrileño llega a Pyeongchang en su punto de madurez. "Lo bueno que tiene Javi es que combina muy bien la parte técnica con la artística. La parte artística la ha ido mejorando con los años y eso se nota. En el hielo es más maduro. Ves a un hombre patinar, no a un niño", aseguró Felipe Montoya, que competirá también en la prueba masculina individual.

Nacido en un país sin tradición, Fernández emigró a los 17 años a Estados Unidos para crecer en el patinaje. A los 20 se mudó a Toronto para trabajar a las órdenes del dos veces subcampeón olímpico Brian Orser, junto al que ha logrado sus mayores éxitos. Esta madrugada arranca el programa corto, para el que el español se ha inspirado una vez más en Charlie Chaplin. El sábado, si no hay sorpresa y entra entre los 24 primeros, peleará por el podio en el ejercicio libre con música de El Hombre de la Mancha. Para él es ahora o nunca.

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