La selección española tratará de sumar ante Macedonia (20:45) la primera de las dos victorias que necesita para concluir la primera fase como líder del Grupo B, una posición que tendría como premio evitar a Francia, la máxima favorita para el oro, hasta una hipotética final. Un durísimo partido que dará comienzo a la auténtica prueba de fuerza a la que se someterá el combinado nacional en los próximos días, pues 24 horas después de enfrentarse con Macedonia deberá medirse con otro rival del máximo nivel como Eslovenia.

"No son solamente esos dos partidos seguidos, sino que entre el choque con Macedonia y los octavos de final jugaremos tres partidos en cuatro días, cuando la mayor parte de los conjuntos jugarán dos. Pero hay que aceptar el calendario y pensar que el equipo está preparado para afrontarlo", señaló el técnico Jordi Ribera.

Entre este choque y el de octavos jugamos tres partidos en cuatro días; el calendario es así"Jordi RiberaSeleccionador español

Un esfuerzo físico que el seleccionador tratará de aliviar, tal y como dejó entrever, con la incorporación del central Raúl Entrerríos, que estuvo fuera en los tres primeros partidos a causa de una distensión en el aductor largo de la pierna izquierda.

La exigencia física no será, sin embargo, el único problema que deberá solventar el cuadro español ante un rival que cuenta entre sus filas con uno de los más reputados cañoneros del panorama internacional, el lateral Kiril Lazarov. El jugador del Barcelona, que llega al partido como máximo goleador del torneo (31 tantos en las tres primeras jornadas), aglutina, tanto para bien como para mal, todo el juego ofensivo balcánico. Un arma de doble filo, ya que, como ocurrió en la primera parte del partido ante Eslovenia, en la que Lazarov erró seis de sus diez lanzamientos, una mala actuación de su estrella merma notablemente las opciones de victoria.

Aunque, por encima del poderoso brazo de Lazarov, la principal preocupación de los Hispanos en defensa será adaptarse a la superioridad numérica de la que gozará en cada ataque Macedonia, que al igual que en los partidos precedentes volverá a jugar los sesenta minutos con siete jugadores de campo en ataque. Esa circunstancia obligará a España a multiplicar su actividad a atrás para evitar no sólo los lanzamiento de Lazarov, sino también impedir las conexiones con los extremos Georgievski y Manaskov, así como, sobre todo, con el pivote Stojanche Stoilov. La arriesgada apuesta ofensiva de Macedonia puede facilitar, sin embargo, el juego de contragolpe español, que se encontrará con la portería vacía cada vez que logre recuperar el balón.

En ese sentido también será necesario que el conjunto español dote de la mayor velocidad posible a sus transiciones, incluso cuando haya encajado gol, para coger descolocada a la defensa macedonia, a la que le cuesta asentarse rápidamente en defensa dada la necesidad de efectuar un cambio para dar salida a la pista a su portero.

En esa tarea volverán a jugar un papel fundamental el central Dani Sarmiento y el lateral Eduardo Gurbindo, que tratarán de acelerar el ritmo para hacer llegar el balón a los pivotes y extremos. Los Rivera, Víctor Tomás y Balaguer, así como Ángel Fernández, liberado ya de la presión que lo atenazó en los primeros partidos, deberán ser los estiletes de los Hispanos, que necesitan ganar para jugarse en la última jornada el liderato del grupo con Eslovenia.