Tras el ascenso conseguido por el Almusecar, la AD Almuñécar 77 podría renunciar por segunda vez en dos años a su plaza en Primera Nacional A de fútbol sala al no contar con los recursos económicos suficientes para sufragar su participación. A las penurias económicas que viene sufriendo en los últimos años por el enfrentamiento que la entidad mantiene con el gobierno municipal, se suma un nuevo desencuentro, en este caso con los responsables y gran parte de la plantilla del Almusecar, por actitudes que considera graves, como el "desprecio a los colores y símbolos del club".

Hace dos temporadas, el Almuñécar 77 afrontó la difícil decisión de hacer desaparecer al emblemático Pérez Casquet, que tras su paso por la División de Plata se había afianzado en Primera A. El vuelco en las relaciones con el equipo de gobierno de Juan Carlos Benavides -que hasta entonces eran muy estrechas-, redujo al mínimo las aportaciones municipales, lo llevó a la decisión de eliminar el equipo.

Así, el conjunto sénior de Primera B, renombrado como Almusecar, se convirtió en el principal exponente del fútbol sala sexitano -integrando a varios jugadores del Pérez Casquet-, aunque funcionando bajo un "acuerdo sui géneris" con el club, tal como lo definió su secretario, Manuel Novo, pues los responsables del equipo tenían una importante cuota de "autonomía" a la hora de tomar decisiones. Todas las gestiones para financiarse corrían por cuenta de estos últimos, mientras que el Almuñécar 77 les prestaba la logística institucional, indispensable para poder participar en una competición federada.

La buena relación del Almusecar con el Ayuntamiento lo convirtió en el único equipo del club que goza de aportaciones municipales en esta temporada, pero para ello debió realizar algunas concesiones. Según denunció Novo, progresivamente se fue despojando de todo lo relacionado con el Almuñécar 77, como los colores de la equipación y el escudo del club, hasta terminar "enfrentándose a la política del club", lo que ha considerado como "un acto de insolidaridad con la entidad y desprecio a los colores", añadiendo que "no se ha respetado el acuerdo". Ante esta situación, el club "no está por la labor" de seguir acogiendo en su seno al Almusecar, según su secretario, por lo que volvería a renunciar a la plaza de Primera A, lograda nuevamente tras el brillante ascenso.

Por su parte, el responsable del equipo, José Manuel Hidalgo, dijo que la intención es usufructuar el ascenso conseguido y que, una vez terminada la actual temporada, buscar la financiación necesaria para participar en la Nacional A, que según sus estimaciones ronda los 60.000 euros, el triple del presupuesto actual. "Hay que hablar con el club", señaló.

Pero más allá de esta tensa relación con los responsables del Almusecar, las circunstancias que llevaron a la renuncia de la plaza hace dos años "no han cambiado en nada", según Manuel Novo, ya que las subvenciones municipales siguen siendo "nulas o de risa". Eso sí, reconoce que la actitud del Consistorio "no es tan belicosa, pero es de pasotismo total". Por todo ello, y pese al optimismo de Hidalgo, las opciones de que Almuñécar vuelva a tener un equipo en Primera A parecen ser mínimas, o al menos tendrá que producirse un importante acercamiento entre las partes.