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El Apoel, cura para la ansiedad

  • El Madrid busca sellar su pase a octavos en un partido propicio para que Cristiano y Benzema vuelvan a marcar

Zidane da las instrucciones a sus futbolistas antes de comenzar la sesión preparatoria en el estadio del Apoel en Nicosia.

Zidane da las instrucciones a sus futbolistas antes de comenzar la sesión preparatoria en el estadio del Apoel en Nicosia. / KATIA CHRISTODOULOU / efe

El Real Madrid visita hoy en Chipre al Apoel de Nicosia en un partido en el que casi interesa más ver cómo reaccionan los blancos ante su propia indefinición que el valor real de los puntos.

El conjunto de Zinedine Zidane no está ofreciendo números que acrediten por qué es el actual campeón de la Liga y la Liga de Campeones. Si en el torneo nacional está ya a diez puntos del Barcelona, en la máxima competición continental parece abocado a ser segundo de grupo. Dos derrotas, un empate y una sola victoria es su balance en los últimos cuatro encuentros, razones suficientes como para pensar que atraviesa una situación difícil. O, al menos, inesperada. No sólo eso, sino que mientras su entrenador reclama paciencia, los encuentros van pasando, los resultados no mejoran y el juego entra en una indefinición inesperada.

El duelo ante el Atlético de Madrid, resuelto con empate sin goles, ofreció un capítulo ya conocido en la historia que está escribiendo el Madrid esta temporada. Es inconstante durante los partidos, tiene a varios jugadores en una baja forma indisimulable y sus delanteros no marcan diferencias. Muy al contrario, Cristiano Ronaldo y Benzema llevan un gol cada uno en 12 jornadas de Liga, una cifra impropia para un equipo como el Madrid y la fama de sus futbolistas. Ya no es que no marquen, sino que la incidencia y contribución al juego de sus delanteros son mínimas.

Mientras, Zidane persiste en mantener su confianza hacia jugadores que parecen intocables, caso de Marcelo o el propio Benzema, dando alimento a quienes le acusan de ser un entrenador demasiado apegado a las estrellas. Su análisis permanece totalmente alejado del ruido externo. Con este escenario el Madrid se presenta en Nicosia, donde puede concretar su clasificación para octavos a falta de una jornada más por disputar.

El equipo blanco aterrizó en la capital chipriota con la última baja de Sergio Ramos, a quien le rompieron la nariz en el derbi madrileño. Se unió así a una enfermería que mantiene a inquilinos como Keylor Navas o Gareth Bale. Tampoco viajaron Vallejo, Achraf ni Marcos Llorente por decisión técnica. No cabe esperar más que un triunfo sencillo del Madrid, que ya ganó 3-0 al mismo rival en la primera jornada de la Liga de Campeones sin la necesidad de hacer un buen partido. Otra cosa sería alimentar millones de dudas más.

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