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Ay quién maneja la barca, quién

  • La falta de decisiones acertadas en los momentos oportunos ha provocado que el Club Baloncesto Granada esté embutido en una inercia que le está llevando a directamente al descenso de categoría

Lo políticamente correcto, que es como deben actuar desde el seno del CB Granada, es vender que el equipo depende de sí mismo para salvar la categoría. Pero los que moramos en el extrarradio, como es mi caso, podemos analizar la situación como bien nos da a entender los datos que tenemos en la mano y, también hay que señalarlo, ese pelín de experiencia que dan los años (corren más que Jorge Lorenzo). Personalmente soy pesimista, que ya saben ustedes que es sinónimo de optimista bien informado. Y testigos tengo que el panorama lo veo negro desde mucho antes de que nuestro equipo diera una lección de impotencia ante el Ricoh Manresa. La razón radica en que esa misma incapacidad de ganar a los manresanos la vi también ante el Akasvayu, Barça, Gran Canaria, y, sobre todo, Fuenlabrada.

Por mucho que me digan que con ganar a Estudiantes y poco más está todo hecho, yo no termino de fiarme. Lo siento, pero, visto lo visto, lo que me produce reconcomio es que no veo qué partido podemos ganar. Está claro que el CB Granada se lo va a jugar en los próximos 15 días ante el Cajasol y el equipo colegial. Lo de sacar petroléo en Badalona ante el DKV es una utopía mayor que el libro de Tomás Moro. Y luego el Tau en casa...

l POR DENTRO

La principal razón por la que no encuentro ahora mismo un rival al que se le pueda ganar es que cualquier equipo que posea un juego interior conformado de forma más o menos coherente (y todos lo tienen) están en disposición de hacernos un siete. El equipo que entrena Sergio Valdeolmillos tiene un juego exterior de mucho nivel (pienso que el mejor que ha tenido en toda su historia) está desarmado en la 'pintura' porque no hay nadie que ofrezca un mínimo de garantía. Es como si un caballero de esos de los tiempos del rey Arturo se presentase en un torneo de la época en su brioso corcel (la metáfora requiere un poco de cursulería) con una lanza de la repera, pero sin escudo. Así está el CB Granada, a merced de que el contrincante apunte directamente al corazón, es decir, a la 'pintura'.

l SIN REACCIÓN

Lo peor es que los males del equipo se saben desde que Curtis Borchardt abandonara el barco por lesión. Desde entonces se ha navegado a la deriva confiando en que algún golpe de viento enderezara el rumbo en forma de las victorias necesarias. Se ha fichado a un par de americanos a 'juego de saldo' cuando para cubrir el hueco de Borchardt hubiera requerido más de un remache. Primero llegó Edwards, fuera de forma, y luego Bradley, fuera de todo. Pero, por lo menos, el primero ponía ganas.

Por cierto, sigo en plan pájaro (lo soy) de mal agüero, pero si sucede lo peor algún equipo nos va a agradecer que le dejemos a Borchardt perfectamente niquelado en sus dos hombros.

l GOLPE AL TIMÓN

A la conclusión del partido ante el Ricoh, Valdeolmillos aseguró que no se estaba mirando el mercado para apuntalar lo que se derrumba. Si es cierta esta afirmación entonces seguiremos enfilando el camino de la LEB sin que nadie dé un golpe de timón. Viene a ser como ir de crucero en el río Zambeze sin cambiar la trayectoria sabiendo que más adelante están las cataratas Victoria y que el porrazo va a ser 'menúo'. La barca del CB Granada navega sin que parezca que alguien la maneje. Va derecha a la catarata de la LEB y, si nada casi paranormal lo evita, se va a precipitar de la manera más tonta. A este paso el CB Granada va a estar sólo una vez en puesto de descenso en cuatro años y... descenderá.

Aún hay tiempo. El partido ante el Estudiantes es crucial y quedan quince días. El timón espera a alguien que lo coja y maneje la barca.. que a la deriva nos lleva.

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