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Bacca frustra al Atlético

  • El punta hizo el empate en el 80

Un testarazo de Carlos Bacca, a diez minutos del final, frustró de nuevo al Atlético de Madrid, frenado otra vez por su enésimo ejercicio de falta de gol y merecedor de mucho más por ocasiones y ambición, pero replegado y empatado cuando se sintió más cerca del triunfo.

Después de un cuarto de hora anodino, con el Villarreal sin más pretensión que poseer el balón, siempre con pases cercanos, sin casi riesgos, apenas una vez por el área contraria en una acción de Bacca que acabó mansa en las manos de Oblak, y con el Atlético sin conectar en su ataque, de pronto encontró un plus en ese sentido. Una combinación de unos cuantos toques, que comenzó con un rebote, pero que se desarrolló con soltura de un lado a otro del campo hasta la derecha, hasta el centro de Juanfran y el remate desviado de cabeza de Saúl Ñíguez; una jugada puntual entonces, allá por el minuto 17, que fue un estímulo incalculable para el Atlético.

Ya con la presión más ajustada, ya con las ideas ofensivas más afinadas y ya más incisivo, sobre todo desde la actividad por la banda derecha de Correa, en crecimiento este curso. Suyo, instantes después, fue el siguiente disparo y suyo fue el buen pase que acabó en la nada por la precipitación de la volea de Gameiro.

No fue mucho entonces, pero suficiente para palpar que el partido ya había cambiado, que estaba más donde lo quería el Atlético que donde lo aguardaba el Villarreal, exigido ya con más continuidad, porque el centro del campo rojiblanco ya tenía más la pelota, porque aparecían Gameiro y Griezmann, desacertado en dos intentos, porque profundizaba Correa y porque recuperaba más y más rápido la pelota. Salvo en el marcador y un lapsus, el pasillo que ofreció la defensa atlética para el pase profundo de Trigueros que dejó solo a Bakambu camino de la meta de Oblak hasta la irrupción salvadora de Savic, el partido ya era del Atlético sin más discusión que su propia falta de gol, recurrente últimamente en el equipo. Sin embargo, otra vez le faltó pegada al cuadro rojiblanco, ganador a los puntos, pero 0-0 al intermedio. Lo recibió el Villarreal como un alivio. Su proposición fue tímida en el primer tiempo, del que salió a trompicones, agarrado a su portero y con la duda de cuanto más duraría su resistencia... o la falta de gol del equipo rojiblanco.

No obstante, los de Simeone abrieron el marcador por medio de Correa, su máximo goleador hasta la fecha. Un impulso para el Atlético, pero también para la reacción del Villarreal, que, entonces sí, fue un bloque más reconocible, hasta el punto de que se llevó un punto gracias a un testarazo de Bacca a diez minutos del final de un intenso compromiso.

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