Las autoridades del fútbol argentino niegan toda vinculación con ellos, pero la presencia cada vez más numerosa de 'barrasbravas' en Suráfrica para escoltar a la albiceleste en el Mundial genera dudas sobre el origen de la financiación de sus viajes. Ayer se vio a un grupo 'barrabrava' frente a la concentración de la selección de Diego Maradona en la Universidad de Pretoria. Los 'barras' dialogaron extensamente con el jefe de seguridad de la delegación argentina, Pablo Fernández, a la vista de todos los medios.

Cerca de 30 integrantes de estos grupos violentos de las hinchadas viajaron el viernes en el mismo avión que llevó a la selección a Suráfrica, y varios más hicieron lo propio durante el fin de semana, lo que generó un fuerte escándalo en Argentina.

"Nunca tuve nada que ver con ellos. Sería muy estúpido mandarlos en el mismo vuelo con la selección", expuso el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Julio Grondona, uno de los vicepresidentes de la FIFA.

Enn los próximos días está previsto que desembarquen al menos 250 fans enviados por la organización no gubernamental Hinchadas Unidas Argentinas (HUA), liderada por Marcelo Mallo, dirigente del partido oficialista. Pero fuentes allegadas a los clubes de fútbol argentinos aseguraron que no menos de 1.000 hooligans alentarán a la selección albiceleste en el Mundial.

Según la prensa argentina, el grupo que abrió la caravana de hinchas violentos a Suráfrica está relacionado con el mánager de la selección, Carlos Bilardo, y es el "grupo de aliento oficial y de choque desde que Diego Maradona es el técnico". Pero Bilardo negó toda vinculación. "Ni Diego ni yo ni nadie de la delegación tenemos relación con la barra. Si no, yo lo digo, no tengo problemas", alegó.