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El Baza se rehabilita en Mazarrón con una victoria sufrida

  • Efectividad Aprovecha uno de sus escasos acercamientos ofensivos para sumar los puntos Sosiego Con este triunfo los granadinos salen de zona de descenso

Paso de gigante del Baza tras su victoria en el Municipal de Mazarrón, que le permite dejar los puestos de descenso, e incluso el de promoción, y encarar con optimismo los dos próximos partidos que tiene que disputar de manera consecutiva en casa.

No fue fácil puntuar en el complicado estadio de la costa murciana, sino todo lo contrario, tan solo el Mérida había conseguido ganar y el Linares empatar. El Baza estuvo prácticamente todo el partido a expensas del Mazarrón, disfrutando de innumerables ocasiones de haber conseguido batir a Relaño, que estuvo genial. Y en una de las contadas ocasiones que tuvieron los de Urbano, consiguieron batir a Reguero, lo que al final sería el resultado definitivo.

El Mazarrón comenzó el partido con una intensidad endiablada, tan solo tardó un minuto Perona en poner en aprietos a Relaño, y continuarían durante los primeros veinte minutos acosando la portería bastetana, pero sin acierto. Conforme se acercaba la primera media hora de partido, los jugadores bastetanos se iban sacudiendo el dominio, y comenzaban a tener un poco más el balón en los pies, algo que Urbano les había pedido, y fueron los minutos en que más cómodos estuvieron sobre el reducido césped del estadio. Así se alcanzó el minuto 36, sin duda clave en el resultado del partido. Juanjo mandó un remate de cabeza al larguero de Relaño, recogió él mismo el rechace y volvió a disparar, cuando se cantaba el gol llegó un oportuno Ismael que, en la misma raya de gol y junto al palo izquierdo, consigueió despejar. Y un solo minuto después (37'), fue el propio Ismael el que centró un balón que llegó a Belencoso, que logró quedarse solo ante Reguero, y por dos veces disparó solo con el portero, pero cuando la parroquia bastetana se lamentaba de la gran ocasión perdida, llegó el rechace a Luque, que oportuno metió la pierna y consiguió el gol que al final valdría los tres puntos.

No sentó bien el tanto al Mazarrón, que dio tregua al Baza en los minutos finales de la primera mitad, y a punto estuvo de costarle caro, pues de nuevo Luque, que ganó la espalda a Gavilán, encaró al guardameta Reguero que veía como el delantero llegaba al balón ante su desesperada salida, por lo que tuvo que derribarlo justo cuando Luque disparaba; su disparo se fue poco por fuera, pero el colegiado pitó la consiguiente falta, lanzada por Jonathan Rey para que Reguero tuviera que realizar una gran parada y evitar así ser batido por segunda vez.

La segunda mitad comenzó con un tono menos aguerrido respecto a cómo acabó la primera, pero siempre con un Baza defendiéndose, casi sin controlar el juego y sobre todo sin ninguna profundidad atacante. Pero al igual que en la primera mitad el Baza fue ganando terreno y posesión, en la segunda fue todo lo contrario.

A partir del minuto 70 el Mazarrón se fue hacia delante y puso cerco a la portería de Relaño, que tuvo que intervenir en infinidad de ocasiones evitando goles cantados. Álvaro, Álex Colorado, Brais fueron algunos de los jugadores murcianos que incomprensiblemente no lograron batir a Relaño.

Realizó dos cambios el entrenador local buscando más mordiente arriba, sobre todo con Brais por banda, pero tampoco le dio resultado. El Baza se defendía como buenamente podía e intentaba que se jugara cuanto menos mejor, pero los de Machuca no flaqueaban e intentaban con juego directo por lo menos empatar el partido.

Refrescó Urbano su equipo, e introdujo a Marc Pérez y después a Jorge Giménez, sin duda buscando una contra rápida por banda, y a punto estuvo de conseguirlo en el minuto 86 por medio de Marc Pérez, pero su centro hacia atrás fue despejado a saque de esquina por un defensor cuando Belencoso esperaba solo para rematar.

Después llegarían cuatro largos minutos de descuento, en los que los once jugadores del Baza defendían en su área, y los locales con balones colgados intentaban rematar o aprovechar los rechaces. Al final no lo consiguieron, y los tres puntos -con mucho sufrimiento, trabajo, sacrificio y una pizca de fortuna- viajaron hasta la ciudad de la Dama.

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