Eduardo Covelo congenió con Pedro Pablo Braojos hace algo más de dos años, cuando se reunió con el toledano durante las vacaciones de 2006 que el técnico pasaba en Galicia. Buscaba Braojos un preparador físico con un perfil determinado para el Linares y lo encontró en Covelo, que en aquel momento unió su destino profesional al del actual entrenador del Granada CF, tras "comprobar que teníamos metodologías y formas de entender el fútbol y los entrenamientos similares", afirma. Desde entonces, dos temporadas satisfactorias en el Linares y un gran reto: el que ambos tienen por delante en Granada. Covelo confía ciegamente en Braojos y en el 'material' humano con el que trabaja. "El nivel físico y técnico táctico de la plantilla es medio alto, el trabajo que se hizo con anterioridad es bueno, si los jugadores sacan todo lo que llevan dentro, estoy seguro de que mejoraremos los resultados", asegura.

Lo primero que quiso dejar claro Covelo ante la llamada de este diario es que "mis referencias antes de venir aquí del anterior preparador físico (José Alfonso Morcillo) eran muy buenas, al igual que la información que he recibido del grupo de jugadores. Su trabajo ha sido muy adecuado, aunque es normal que cada maestrillo tenga su librillo y que haya cambiado algunas cosas". Parece lógico. De igual forma, también lo es el cambio impulsado por Braojos en el aspecto técnico táctico. Covelo afirma sobre su 'jefe' que "es una persona que exige muchísimo a los jugadores desde el primer entrenamiento de la semana, les pide intensidad, lo que permite que nadie se confíe y que la competitividad sea máxima siempre", lo que alterna con su forma de entender el fútbol: "Es un entrenador al que le gusta mucho el juego ofensivo, le da mucha importancia a las bandas y, sobre todo -recalca-, le concede mucha libertad a los jugadores en la faceta ofensiva, algo que suele redundar en el beneficio colectivo del equipo. Tiene fama de defensivo, pero no lo es en absoluto".

El profesional gallego dice estar muy satisfecho del "nivel físico y técnico" de la plantilla, así como de "sus hábitos", y se muestra encantado con el recibimiento y "el cariño" mostrado desde su llegada por todo el personal del club.

Como todos sus homólogos de los últimos años, Covelo echa de menos "usar más a menudo Los Cármenes", aunque al menos se contenta por el hecho de no tener que utilizar habitualmente la superficie sintética. "No es lo recomendable cambiar tanto de instalaciones para entrenar, eso agranda el riesgo de lesiones, pero al menos los tres campos que utilizamos son de césped natural (Los Cármenes, Núñez Blanca y Antonio Sánchez)", explica.

La clave para reaccionar, a su juicio, pasa por la actitud de los jugadores. "Ganar depende de tantas cosas... -explica- pero disponiendo de un grupo de nivel técnico y táctico alto, lo mismo que en el aspecto físico, tenemos muchas posibilidades de crecer en la clasificación si lo damos todo sobre el campo. Conseguir que todo eso se conjugue no será fácil, pero creo que vamos por el buen camino".