baloncesto final four de la euroliga

La 'Décima' tendrá dueño

  • O el Real Madrid o Zeljko Obradovic llegarán a la decena de títulos en la máxima competición continental

  • Llull y Doncic marcarán el ritmo

Zelijko Obradovic, entrenador del Fenerbahçe, junto a su homólogo del Real Madrid, Pablo Laso.

Zelijko Obradovic, entrenador del Fenerbahçe, junto a su homólogo del Real Madrid, Pablo Laso. / luis tejido / efe

El Real Madrid, el club más laureado del baloncesto europeo, aspira al que sería su décimo entorchado continental en la final ante el Fenerbahçe turco (20:00), en el que su entrenador, el serbio Zeljko Obradovic, también puede levantar su décimo trofeo. De una u otra manera la Décima encontrará dueño. Tres años lleva el conjunto blanco por conseguirla, después de su último título en 2015, mientras que Obradovic es el vigente campeón con el conjunto turco, el quinto club con el que lo hace.

En cuanto a lo deportivo se refiere, la final se presenta igualada, reñida y con cuentas que saldar. El equipo otomano descabalgó al español en la semifinal del año pasado por 84-75. Un año después vuelven a verse las caras, ahora en el choque decisivo ¿Qué ha cambiado en uno y otro en este tiempo? El Fenerbahçe perdió a Ekpe Udoh y Bogdan Bogdanovic, dos súperestrellas que ahora están en la NBA. Pero su ingente capacidad económica le permitió recomponerse fichando nuevas piezas que han dado profundidad a su banquillo, lo que se puedo apreciar en la semifinal ante el Zalgiris, cuando Obradovic redoblaba su apuesta por la defensa asfixiante sobre los lituanos con continuos cambios.

A su favor está también que ya no tiene la ansiedad del primer título, tanto a nivel propio como del baloncesto turco, aunque también habría que contabilizar la dificultad añadida de repetir título. El Olympiacos fue el último que lo hizo en 2012 y 2013.

El Real Madrid perdió la fuerza moral de Nocioni, pero este año ha hecho un máster en reforzamiento moral colectivo por la cantidad de lesiones que ha sufrido. Los de Laso han aprendido a sufrir y esa fortaleza mental unida a la calidad de sus jugadores es un plus. La reacción en el inicio del segundo cuarto ante el CSKA fue inspiradora para el equipo, porque volvió a creer en sus opciones. A un partido y máxime en una final, todo es posible y las posibles desigualdades desaparecen.

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