En un encuentro poco vistoso para el espectador, con escaso acierto en el tiro exterior pero un dominio aplastante en el rebote, el Covirán Granada podría terminar la jornada como líder en solitario. Ayer se impuso en la última acción del partido al CB Extremadura Plasencia y, tras caer Alicante en Morón, si hoy también cae La Roda ante el colista Martorell, afrontará las últimas diez jornadas en una posición inmejorable. Un palmeo de Devin Wright a una décima para el final del choque le dio al cuadro de Pin la decimoquinta victoria de la temporada en un duelo que no pasará a la historia por el gran juego desplegado por ambos equipos.
No arrancaron bien el choque los granadinos, que se vieron sorprendidos por la defensa del cuadro extremeño. A ambos les costó anotar pero fue gracias a un parcial 0-8 como los visitantes lograron sus primeras ventajas (5-10). En los primeros cinco minutos el Covirán sólo vio el aro por medio de Carlinhos y Bortolussi, en un quinteto inicial que contó con la presencia de Ferrán una vez recuperado de su lesión. Pero al catalán le pesó su inactividad y se vio superado por Aboubacar, con muchos más kilos. Precisamente un mate del center de Plasencia provocó que Pin solicitara su primer tiempo muerto con 7-12 en el electrónico. Poco solucionó pues el acierto en ataque brillaba por su ausencia. Pero la segunda falta en apenas siete minutos del pívot costamarfileño le dio un respiro al técnico granadino, que a su vez vio como Nguirane también cometió su segunda personal.
El dominio del rebote mantuvo vivo al conjunto rojinegro, muy fallón en el triple
Era el momento de dar entrada a Devin Wright, que terminó siendo el protagonista del choque una vez más, que le puso la intensidad de siempre y acaparó el protagonismo en ataque. Gracias a tres puntos del gallego, el Covirán se acercó en el marcador pero enfrente todos los jugadores de Carlos Díaz se encontraban con confianza y anotaban, imponiéndose en el primer cuarto por 13-19.
Dos minutos tardaron ambos equipos en anotar en el segundo parcial. Fue Devin el que lo hizo pero los rojinegros no tenían fluidez en cancha delantera. Aun así, un canasta desde cinco metros de Eloy Almazán hizo que el técnico extremeño solicitara tiempo con su equipo cuatro puntos arriba (17-21). No quería ni un ápice de relajación en sus hombres ante un mayor punto de intensidad de su rival en defensa, que le permitió recuperar balones y correr. Con Adrián Fuentes bien defendido, era la segunda unidad de Plasencia la que hacía daño en ataque.
Un 2+1 de Alo Marín tras un contraataque, acercó a los de Pin a 2 puntos (22-24), pero fue Wright el que con un mate y un 2+1 culminó la remontada. Una reacción que llegó gracias a la defensa, y es que a veces al Covirán le cuesta darse cuenta que su estilo de juego debe basarse en ser intenso atrás para, a partir de ahí, crecer en los partidos en cancha ajena. Alo ejercía de líder gracias a su agresividad en ambos lados del campo. El gaditano relanzó a su equipo con un parcial de 12-0 que rompió Dylan Poston con una 'chufla' desde su casa sobre la bocina y a tablero.
La entrada de Aboubacar le dio más consistencia al ataque visitante y gracias a él, se volvió a empatar el choque a 2:11 del descanso. Pero apareció uno de los mejores bases de la categoría como es Fuentes para, con dos triples consecutivos, voltear el electrónico y dejar a su equipo dos puntos arriba al descanso (33-35). Una vez más, el tiro exterior lastraba a los locales con un 1/7 desde más allá de 6,75. Algo había que cambiar.
Y se ve que el que mejor atendió a Pin en el receso fue Manu Rodríguez, que arrancó la segunda mitad con tres triples consecutivos para hacer que su equipo volviera a mandar en el electrónico. El acierto exterior se frenó y el choque entró en una fase en la que el juego interior predominó. Ahí, Aboubacar se encargó de hacer su trabajo en la zona provocando las terceras faltas de manera consecutiva de Nguirane y Wright, por lo que Borto e Iriarte, de nuevo desacertado en ataque pero ayudando en el rebote, fueron los interiores. Pero una vez más, el más listo de la clase fue De Cobos, que buscó con una penetración la tercera del costamarfileño, y la logró, por lo que fue cambiado.
Los de Pin mantenían un margen de cuatro puntos de renta en un parcial con poco brillo ante el aro rival por parte de ambos contendientes. A base de tiros libres, el Plasencia igualó el duelo en el último minuto del cuarto, llegándose al final del mismo dos puntos abajo ante el enfado de la afición con la actuación arbitral (49-51).
Todo se iba a decidir en los últimos diez minutos, que arrancó con una zona visitante y con Devin Wright asumiendo la responsabilidad en ataque. El dominio del rebote en la zona extremeña mantenía vivo al Covirán, que volvió a ponerse por delante gracias a Almazán (54-53). Carlos Díaz decidió dar entrada a Aboubacar pero Devin estaba lanzado. Le sacó la cuarta al 'armario' visitante y con un 2+1 dio tres puntos de renta. Pero Sierra y Fuentes, con sendos triples, volvieron a poner por delante a los verdes.
Los locales volvieron a tirar de paciencia, como viene siendo habitual en los finales ajustados, y gracias a la experiencia y acierto de Almazán y Carlinhos se adelantaron de nuevo. Sin embargo, Fuentes no estaba por la labor de facilitar la victoria de los granadinos y empató el choque a 67 con un triple.
Con 23 segundos por jugar y posesión visitante, Fuentes se la jugó desde más allá de 6,75 con tiempo por jugar, fallando su lanzamiento en una decisión errónea. En el último ataque y tras una penetración de Carlinhos, Devin Wright voló por encima de todos para palmear y anotar la canasta decisiva que rompía la igualada. Una acción en la que recibió falta personal. El tiro libre adicional lo erró con el Palacio coreando al grito de "¡MVP! ¡MVP!". Pero quedaba una décima y la victoria ya era rojinegra. Se volvió a sufrir y se volvió a ganar. Y eso al final es lo que quedará.
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