Kevin Durant y el congoleño Serge Ibaka combinaron esfuerzos en el triunfo de Oklahoma City por 109-103 ante los San Antonio Spurs, en una serie que ahora marcha empatada 2-2 en la final de la Conferencia Oeste.

Durant anotó 36 puntos, 18 de ellos en el cuarto parcial, en un partido disputado la madrugada del domingo en la Chesapeake Energy Arena de Oklahoma.

Los 18 tantos anotados en los 12 minutos de cierre se convierten en récord personal en play off en esa fracción. En los tres encuentros precedentes Durant sólo había acumulado diez tantos en el último tiempo.

Ibaka marcó 26 puntos, récord en su carrera en la liga. Además añadió cinco rebotes y tres tapones. El alero congolés tuvo una jornada perfecta con 11 canastas en igual cantidad de tiros de campo. Sólo Larry McNeill, de los Kings, en 1975, contra los Bulls de Chicago, lo hizo mejor que Ibaka al conseguir 12 de 12 tiros de campo. Desde la línea de personal, Ibaka tampoco erró en cuatro intentos.

El pívot Kendrick Perkins añadió 15 tantos y, además, capturó nueve rebotes para Oklahoma que llegó a disfrutar de 15 puntos (68-53) cuando faltaban 5,31 minutos para que concluyera el tercer parcial.

Unos minutos después, los Spurs se acercaron a dos puntos (73-71) con canasta desde fuera del perímetro del argentino Manu Ginóbili, pero en adelante llegó el despliegue ofensivo de Durant que impidió a los Spurs llevarse la victoria.

Tim Duncan fue el mejor por los Spurs con 21 puntos y ocho rebotes, en tanto el novato Kawhi Leonard aportó 17 puntos y nueve rebotes y Ginóbili quedó en 13 tantos.

Ambos equipos estuvieron efectivos en los lanzamientos a la canasta, pero los Thunder aventajaron a sus rivales con una media de 56,4 en los tiros por 50,0 de los Spurs. También los vencedores se impusieron en la lucha de los tableros con 41 capturas por 31.

El quinto desafío de la serie, pactada al mejor de siete, se efectuará esta próxima madrugada en San Antonio. Después, la comitiva viajará a Oklahoma para el siguiente y, de ser necesario, volverán a San Antonio para el último y definitivo compromiso.

Oklahoma busca convertirse en el decimoquinto equipo en la historia de la NBA que gana la serie tras un inicio adverso de dos derrotas consecutivas. Si lo logra, sería el octavo plantel desde 2004.