europeo de balonmano

España se estrella contra Eslovenia y se complica el pase a semifinales (31-26)

  • El conjunto español nunca fue capaz de encontrar su juego ni en ataque ni en defensa.

Los jugadores españoles, al acabar el partido.

Los jugadores españoles, al acabar el partido. / EFE

La selección española de balonmano se complicó sus opciones de acceder a las semifinales del Europeo de Croacia tras perder este martes por 31-26 ante Eslovenia, en un encuentro en el que el conjunto español nunca fue capaz de encontrar su juego ni en ataque, ni en defensa.

Pese a que los internacionales españoles no se cansaron de repetir una y otra vez en las horas previas la necesidad de jugar con la misma intensidad mostrada ante Macedonia, este martes España, al menos de inicio, no se pareció en nada al equipo que apenas tardó diez minutos en tumbar a los balcánicos.

Erráticos en el lanzamiento, donde los españoles se empecinaron en estrellarse contra el portero Urh Kastelic, que disputaba su primer partido en el torneo, y endebles en defensa, como demostraron los dos tantos que encajaron en superioridad numérica, los "Hispanos" rápidamente se encontraron a remolque (2-5) en el marcador.

Una peligrosa situación que obligó a pedir con urgencia al preparador español Jordi Ribera, que veía como en un abrir y cerrar de ojos se le escapaba un partido en el que España necesitaba obligatoriamente la victoria para seguir vivo en la lucha por alcanzar las semifinales.

Pero si algo ha demostrado la selección española en este Europeo es carácter, un oficio para aferrarse a la pista hasta en la peores situaciones, tal y como volvió a demostrar este martes ante los eslovenos, eso sí, beneficiado por las exclusiones con las que fue castigado el equipo balcánico.

Y es que España aprovechó los cuatro minutos que jugó en superioridad numérica no sólo ya para igualar la contienda, sino también para situarse con una ventaja de dos tantos (6-8) en el marcador, gracias a un contundente parcial de 1-6 en los siguientes siete minutos.

Una remontada que no sirvió, sin embargo, para asentar definitivamente el juego del equipo español, especialmente en ataque, donde lastrado por la amenaza de juego pasivo, España no pudo maniobrar para hacer llegar a los extremos y pivotes.

Todo un problema para la selección que se vio obligado a resolver sus ataques con lanzamientos lejanos, el talón de Aquiles del conjunto español, que sólo sirvieron para engrosar las estadísticas de un Kastelic cada vez más agigantado.

Esa circunstancia permitió a Eslovenia, a la que sólo le valían los dos puntos si quería conservar sus mínimas opciones de seguir viva en la competición, reenganchase de nuevo al encuentro gracias a los goles del lateral Borut Mackovsek.

Aunque este no fue el mayor problema del equipo español, que por momentos pareció más preocupado por cuestionar las decisiones de los colegiados rumanos Din y Dinu, que de su propio juego, lo que condenó irremediablemente a los de Jordi Ribera a marcharse al descanso (13-12) al descanso.

Pero el paso por los vestuarios no sirvió tampoco para aclarar las ideas al equipo español, que en el momento en el que no pudo conectar con el pivote Adriá Figueras, el único camino hacia el gol, se desplomó por completo.

Lo confirmaron los cinco goles de desventaja (20-15) con los que en apenas transcurridos siete minutos del segundo período se encontró un equipo español, que quedó abocado a la épica para tratar de solventar la papeleta.

Sin embargo, España no estaba para gestas, y eso que Jordi Ribera lo intentó todo, desde una defensa 5-1 a un nuevo cambio de portero, con el regreso de Gonzalo Pérez de Vargas por Rodrigo Corrales, o la salida a la pista de Dani Dujshebaev en busca de mayor lanzamiento exterior.

Nada funcionó al conjunto español, que, superado por la prisas y el ansia de remontar, desperdició cada mínima posibilidad de acercarse en un marcador con el que Eslovenia jugó como y cuanto quiso para desesperación del combinado español, al que la rabia sólo le sirvió para maquillar (31-26) el resultado final.

Una derrota que obligará a la selección española a ganar sí o sí este miércoles a Alemania y esperar que Macedonia no gane los dos encuentros que le faltan esta noche (20:30) ante la República Checa y mañana ante Dinamarca para poder sellar el ansiado pase a las semifinales del Europeo.

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