Tranquillo Barnetta, autor de los dos goles con Suiza ayer en el estadio de Wembley, complicó el primer puesto de Inglaterra en el grupo G de clasificación para la Eurocopa, que se dejó dos puntos de oro en el camino que pueden resultar decisivos a la hora de dirimir la primera plaza.

Inglaterra suma ahora 11 puntos, por lo que la visita a Montenegro el próximo 7 de octubre se puede convertir en una autentica final para los hombres de Fabio Capello si quieren evitar jugarse su presencia en la próxima Eurocopa en la repesca.

Barnetta metió el miedo en el cuerpo a Inglaterra antes del descanso. Dos faltas, en teoría, asequibles para el guardameta Joe Hart, acabaron en la red. La primera, desde un costado. Se paseó el balón por toda la defensa, rozó en Rio Ferdinand, y se coló dentro de la portería. El segundo, una acción con escaso ángulo, donde Hart, el portero del Manchester City, se despistó y cuando quiso reaccionar tenía la pelota dentro por su primer palo. De nuevo, al igual que en hace un año en el Mundial, el balón parado volvía a jugarle una mala pasada al guardameta de Inglaterra.

Sin embargo, la selección inglesa no tardó en recortar distancias y meterse en el partido. Fue Frank Lampard el encargado de transformar un penalti que dio vida a los ingleses, pese a que el portero suizo Benaglio adivinó la trayectoria del lanzamiento y a punto estuvo de detenerlo.

Suiza jugó en Wembley con descaro. Ya en el último Mundial mostró su evolución. Ayer, con Ottmar Hiztfeld de nuevo en el banquillo, tiró de valentía para intentar sorprender a Inglaterra.

Fabio Capello dejó de inicio a Ashley Young en el banquillo. En el descanso, salió por Lampard, y cambió el destino del partido. Lampard no es el Lampard de años anteriores. Wilshere, el niño del Arsenal, representa la nueva ola del fútbol inglés. Zurdo, elegante, al que Capello le ha ido dando confianza y titularidad. La selección suiza tuvo el mando en el primer tramo; Inglaterra mejoró en el segundo tiempo, aunque sin definición clara.

La salida de Ashley Young le dio aire a Capello. Él firmó el empate (2-2) y por detrás de Darren Bent, pisó el área suiza con peligro. El extremo del Aston Villa fue quien hizo reaccionar a su selección.

Benaglio, el notable portero de Suiza, se empleó a fondo. Atento en las salidas, leyó el partido con lucidez. Inglaterra apretó el acelerador. En el minuto 70, Bent tuvo en sus botas el tercero. Sólo, con Benaglio totalmente vencido, mandó el balón a las nubes tras una excelente acción individual de Young.

Al final, justo reparto de puntos que deja abierto un grupo que Inglaterra podía haber dejado sentenciado. Los ingleses se complican el primer puesto y Suiza se mete de lleno en la lucha por alcanzar la repesca.