GRANADA B | RB LINENSE

Justo reparto de puntos

  • El filial no pasa del empate a uno ante la Balona en un encuentro que dominó tras la reanudación tras una primera parte con poca mordiente

A las alturas de la temporada a las que está el Granada B, con el objetivo del play off fuera de toda posibilidad lógica, parece normal que el equipo sufra cierto síndrome apático transitorio. No es grave, pero sí que parece que el filial da la sensación de entrar en los partidos frío, falto de tensión y carente de esa chispa que sí ha encontrado en otros momentos del curso. Decía Rafa Morales, en la previa del encuentro que su equipo disputó ayer ante la Balompédica Linense, que una de las claves para mantener a raya al cuadro de Julio Cobos iba a ser contener su capacidad para contragolpear. Tenía razón. Y no alcanzó su propósito el técnico de Albolote en la primera parte. Los del Campo de Gibraltar dominaron y maniataron al 'B' por las bandas, con salidas muy rápidas y una presión intensa que forzó a los rojiblancos a cometer fallos. En la segunda mitad la cosa cambió. El míster reforzó las vías de escape que había en los carriles y el 'B' aculó a la Balona. Los gaditanos tuvieron que afrontar una circunstancia imprevista: la lesión de Wilson Cuero en el minuto 36.

Si el delantero de Cali puso por delante a la Balona, con la inestimable colaboración de un Juampe que era un puntal por la izquierda, el gol del Granada B llegó de la mano de Estrada. Eso sí, después de un fallo clamoroso de Peña Varela a instancias de su juez de línea. Penalti por presunta mano de Sergio Rodríguez dentro del área que el de Puente Genil se encargó de transformar magistralmente.

Con un Isi demasiado vulgar y un filial bien elaborado hasta tres cuartos, el protagonismo ofensivo en los primeros cuarenta y cinco minutos corrió a cargo de los Linenses, que en el minuto 11 avisaron con una recuperación de José Ramón tras fallo clamoroso de Adri. El lateral de la 'recia' encaró a Aarón, que supo tapar el palo y obligar a precipitarse al carrilero del conjunto visitante.

Pero sería en el 21' cuando Juampe vio la barrera del peaje levantada y encontró una autopista por el costado izquierdo que aprovechó para servir a Wilson Cuero. El colombiano refrescó la memoria al personal respecto de lo que es capaz de hacer con un amago que destrozó a media defensa y una definición de crack a la escuadra que nada pudo hacer por evitar el arquero valenciano.

A la vuelta de vestuarios la cosa varió y mucho. El filial enseñó los dientes desde el primer minuto. Casi siempre con el sexitano Pablo como protagonista, pero ahora sumando también la participación de un David Grande desaparecido en combate antes del descanso. En el 58' tuvo el 'B' una doble ocasión clarísima para empatar. David Grande marró primero en el mano a mano y después Estrada remató con la testa alto. Y sólo un minuto más tarde llegó la que no se puede perdonar en las botas del ariete de Torrejón de Ardoz, incapaz de controlar un pase muy fácil de Marín cuando se quedaba solo frente a Alberto.

Rafilla revolucionó el partido con las entradas de Jean Carlos, Nacho Buil y Carlos Neva. Todos de una tacada en el 66. Pablo González, Andrés García y Morillo fueron los sacrificados y el filial comenzó a carburar ahora también por las bandas. En el 65' pudo llegar el empate en otra doble ocasión que salvó el portero albinegro. El premio acabó llegando de la forma menos justa. Estrada no perdonó en el 70' y al filial ya sólo le quedan dos partidos en casa.

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