Nadie se esperaba que los dos equipos que disputaron las pasadas Finales de la NBA, los Lakers y los Celtics protagonizasen las sorpresas negativas de la segunda jornada de semifinales, con sendas derrotas en sus respectivos campos.

Los verdugos inesperados, aunque previsibles, fueron los Rockets de Houston y los Magic de Orlando, que habían estudiado muy bien las inconsistencia en el juego de conjunto de los Lakers y los Celtics. Los angelinos son un gran conjunto cuando juega como equipo, pero cuando lo hace sólo con la referencia de Kobe Bryant sucede que pueden perder ante rivales disciplinados como lo fueron los Rockets, que se impusieron por 92-100. Los de Boston , por su parte, cayeron por 90-95 después de haber llegado a tener hasta 28 puntos de ventaja.