Pablo Larrazábal, de 28 años, ganó el pulso a uno de sus héroes, Sergio García, de 31, tras un largo desempate -una hora y cinco hoyos- por el título del Abierto de Múnich de golf, que concluyó ayer en localidad alemana.

Múnich vivió uno de los episodios más excitantes para el golf español de los últimos años. "He ganado a uno de mis héroes cuando yo crecía. Parece como un sueño, es muy emocionante", relató el barcelonés, que suma su segundo título tras el conquistado en el Abierto de Francia en 2008.

El mano a mano fue espectacular entre ambos jugadores que, antes de disputar este torneo, acumulaban sendas malas trayectorias: Sergio García arrastra más de dos años y de siete meses sin victorias y Pablo Larrazábal presentaba una racha cinco meses superior.

Con la mejoría de García en el reciente Open USA y la ocasión desperdiciada por Larrazábal hace 20 días, en un desempate en la previa de Sunningdale para jugar el Open Británico, ambos aterrizaron en Múnich con un objetivo principal: cazar una de las dos plazas que repartía el torneo para disputar, en el mes de julio, el tercer 'Grande' de la temporada.

El destino en esta ocasión quiso que tanto Pablo Larrazábal como Sergio García cumpliesen la tarea primordial: jugarán el Open Británico. Ése sería el único consuelo para del de Castellón.