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La Liga se pone muy blanca

  • Líder El Real Madrid da un golpe de autoridad en el Camp Nou y con un gol de Baptista se escapa ya a siete puntos

El Real Madrid dio un tremendo golpe de autoridad al vencer por 1-0 en el Camp Nou en el clásico ante el Barcelona, gracias a un precioso gol de Julio Baptista, con lo que reforzó su liderato tras alejar al equipo azulgrana a siete puntos.

Con este partido, correspondiente a la decimoséptima jornada de la Liga española, el Real Madrid despidió el año con un triunfo que le fortalece mientras debilita al Barcelona. El equipo catalán sumó su primera derrota en su campo esta temporada debido a que su gran rival fue superior en vigor, ambición y sudor.

El primer detalle del partido llegó antes de su comienzo, con la alineación del Barcelona. Finalmente entró Ronaldinho en el equipo titular, aunque el brasileño quedó en evidencia, pues volvió a ofrecer una imagen muy alejada del jugador que fue. También entró Deco, que aportó algo más de rigor que su compañero.

En el Real Madrid no hubo sorpresas y Guti se quedó en el banquillo. Schuster apostó por el músculo en la medular con la entrada de Julio Baptista, que actuó con mucho vigor. El líder apostó por juntarse atrás y esperar el contraataque, con excelentes resultados.

El Barcelona tuvo muchos problemas para encontrar huecos y manejó el balón con su acostumbrada lentitud. La primera parte defraudó al espectador más neutral porque ambos equipos aplicaron más sudor que talento, aunque siempre se le notó al Real Madrid más cómodo en el viaje.

El clásico se animó algo en el último cuarto de hora y el momento más importante llegó a los 35 minutos, con una buena jugada de Andrés Iniesta y un remate de Ronaldinho al que respondió Iker Casillas, el arquero del Real Madrid.

Acto seguido, el equipo blanco armó un sensacional contraataque al primer toque. Raúl mandó a Baptista, quien hizo una gran pared con Ruud van Nistelrooy para que el brasileño marcara con un precioso disparo con el exterior de su pierna derecha. El Camp Nou se quedó mudo.

El Real Madrid había situado el partido en su escenario favorito y sólo tenía que aguantar el comienzo de la segunda parte, pues era previsible que el Barcelona iba a salir enfurecido. No fue para tanto, aunque Iniesta se esforzó en liderar a los suyos. Pero cualquier intento se estrelló contra las espaldas de Pepe y de Fabio Cannavaro, los centrales blancos, que estuvieron inmensos.

Al Barcelona se le acabó la gasolina a la hora de partido y el Real Madrid pasó a ser el gran dominador hasta el final, disparando contraataques que pararon los corazones de la hinchada local. Y nadie estuvo más activo que Baptista, que pareció un avión.

El Real Madrid perdonó la oportunidad de ampliar su cuenta y Robinho, Van Nistelrooy y Ramos desperdiciaron buenas ocasiones. Recordaba al clásico de la pasada temporada, en la que el equipo blanco dejó que su rival se levantara. Entonces, el Barcelona igualó a tres tantos... Pero entonces el conjunto azulgrana tenía a Leo Messi, el gran ausente en este encuentro, por lesión.

Frank Rijkaard, el entrenador del Barcelona, quemó todas sus naves y sacó al mexicano Giovani y a Bojan al campo, pero no hubo resultados inmediatos. No era un problema tanto de jugadores como de equipo, de circulación de balón, de hambre. El Barcelona dejó una mala imagen delante de su afición, especialmente en la segunda parte.

El Real Madrid concluyó muy por encima de su rival y dio el gran golpe, dejando al Barcelona siete puntos atrás. Ahora se para la Liga por las fiestas navideñas, mucho tiempo para que el Real Madrid reciba mil elogios y el Barcelona encare mil críticas. Y muchos dedos señalaran a Rijkaard y Ronaldinho. La realidad es que el equipo de Schuster cerró el año como incontestable líder.

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