El Real Madrid ya prepara los fastos para celebrar su segundo título consecutivo de Liga. Por más que el club intente transmitir una sensación de mesura, los futbolistas se ven campeones y la entidad tiene preparados todos los detalles de la fiesta. Las cuentas están muy claras: el Madrid será campeón si vence el domingo al Athletic y sus dos perseguidores, el Villarreal y el Barça, no ganan sus respectivos compromisos. No es fácil que así ocurra, pero el líder cree que tampoco es demasiado complicado.

Los dos rivales de los blancos no se están mostrando fiables y, además, juegan fuera de casa. El Villarreal visita al Betis el domingo y el Barcelona viaja al campo del Deportivo el sábado, con su mente puesta en la vuelta de las semifinales de la Champions. Y otra ventaja para el Madrid: jugará conociendo los resultados de sus rivales.

"Parece que el Barcelona está perdonando por el equipo que tiene, y eso no es así. Aquí, quien gana la Liga es el más regular y ese ha sido el Real Madrid, ya que hemos liderado la tabla desde la segunda jornada", afirmó ayer Casillas.

El Madrid lleva toda la semana diseñando la fiesta. Se conocen pocos detalles, aunque la celebración no diferirá demasiado de la acometida la pasada temporada: fuegos artificiales, presentación de jugadores uno a uno, luces especiales... Además, el club negoció con el Ayuntamiento la forma de dirigirse a la Cibeles. Raúl pondrá la bufanda en la estatua de la diosa subiendo por una pasarela, y no con una grúa, como el pasado año.

El Ayuntamiento está muy preocupado con las eventuales celebraciones y propondrá un dispositivo mucho más severo que el del pasado año, cuando más de 100 hinchas fueron detenidos tras protagonizar altercados violentos.