Fútbol l Segunda División A-Liga BBVA

Marcos ya ejerce como 'rojillo'

  • El nuevo técnico del Granada 74 tuvo ayer su primer toma de contacto con los jugadores en una tarde de bienvenidas y despedidas, en la que saludó a su antecesor, Tapia, que se despidió de la plantilla

La soleada tarde de ayer fue intensa en la Ciudad Deportiva Granada 92, donde coincidieron el ya ex entrenador del Granada 74, Antonio Tapia, que acudió a despedirse, y su sucesor, Marcos Alonso, quien se vistió de corto por primera vez y se puso al frente del grupo de jugadores. Tapia se fue como un señor, sin rencor, con buenas palabras para todos y convencido de que si le hubieran dejado, habría sacado adelante el objetivo de la permanencia. Marcos, que hablará hoy en su presentación, llega con un colaborador, Richard Barral, que llegará hoy.

Los primeros en llegar a la Ciudad Deportiva fueron los jugadores. A la mayoría se le adivinaba en el rostro que no era un día normal. Luego apareció Antonio Tapia, que se encerró en el vestuario durante unos diez minutos, en los que se despidió de los futbolistas. Cuando salió, ya estaba fuera Marcos Alonso, que llegó con su agente, Pepe Navarro, y a quien Tapia tuvo la oportunidad de saludar, en una breve charla que simbolizó el traspaso de poderes. También lo hizo con Carlos Marsá y con los responsables deportivos del club, Juan Carlos Cordero y Quique Pina, con los que mantuvo una breve plática. Pina le dijo a Tapia que ojalá la decisión signifique un revulsivo.

La escena continuó con una nueva charla en el vestuario, esta vez de Marcos Alonso con los futbolistas, tras la que el nuevo técnico se vistió de corto y acudió al campo de césped para dirigir su primera sesión. La misma comenzó tras una nueva parrafada en el centro del campo de unos diez minutos.

"No me voy triste, porque creo que hemos hecho un buen trabajo en unas circunstancias adversas. Ha sido un reto muy interesante, no me arrepiento de nada, asumo mi cuota de responsabilidad en los éxitos y las derrotas que ha habido", señaló Tapia. El míster cordobés, que se marcha junto al resto de colaboradores -Álvaro Reina, Paulino Granero y el psicólogo Antonio Hernández- cree que podría haber logrado el objetivo y que las lesiones han sido su gran losa: "Las lesiones han sido determinantes en la mala racha de resultados. Hay un dato objetivo, la caída de los hombres de ataque. Ese ha sido uno de los motivos por los que tenemos pocos puntos. A pesar de ello, hemos sumado puntos suficientes a falta de ocho jornadas para conseguir la permanencia". El entrenador fue más allá al afirmar que "si el equipo hubiese estado entero estoy convencido de que ahora estaríamos en la zona media alta". Tapia también se refirió a los arbitrajes: "Nunca hablo de los árbitros, pero es cierto que decisiones arbitrales han determinado en el último tramo que tengamos algunos puntos menos".

Tapia tuvo buenas palabras para Carlos Marsá, de quien dijo que "es un filántropo del fútbol al que estimo mucho", y sobre Pina y Cordero reconoció que "hemos colaborado bien, aunque en algunas situaciones hayamos tenido diferencias".

Por último, el ex entrenador del Granada 74 quiso "agradecerle mucho a Granada y a su gente. Me he sentido como en mi casa cuando iba por la calle y eso no es fácil, y más siendo del Granada 74" y reconoció lo atípico de su trabajo esta temporada: "Desde el principio el trabajo ha sido muy intenso. Ha habido un desgaste y una presión muy grande, ha sido durísimo desde el punto de vista psicológico".

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