Marc Márquez (Repsol Honda) llega este fin de semana a su feudo inexpugnable, el circuito de Sachsenring, escenario del Gran Premio de Alemania, donde no sabe hacer otra cosa más que ganar en las cuatro temporadas que lleva en MotoGP.

Además, antes lo hizo en las dos temporadas que disputó el mundial de Moto2 y cuando fue piloto de 125cc, por lo que acumula siete victorias de siete carreras en Alemania, lo que dice mucho de su adaptación a un trazado que es corto, de apenas 3.671 metros, y con diez de sus curvas a izquierdas, lo que obliga al suministrador de neumáticos Michelin a llevar sus asimétricos delanteros nuevamente con la parte izquierda más dura.

El Campeonato del Mundo llega al ecuador de la competición con una igualdad nunca vista desde que existe el actual formato de MotoGP, puesto que entre los cuatro primeros clasificados apenas hay once puntos de diferencia y 28 respecto al quinto, Dani Pedrosa, que también ganó en tres ocasiones en Sachsenring (2012, 2011 y 2007).

Los números, aunque las Yamaha de Maverick Viñales y Valentino Rossi dispongan de un nuevo chasis, avalan la superioridad de Honda, ganadora ininterrumpidamente desde 2011.

Pero el líder del campeonato no es ninguno de ellos. La Ducati de Andrea Dovizioso manda, si bien en el virado trazado germano lo pasará mal al no poder sacar todo el provecho de su potente motor en las rectas.