¿Conseguirá alguien apartar a Milan y Boca de la final del Mundial de Clubes? Pese a que en 2005 la Copa Intercontinental se abrió definitavamente a todo el globo, el trofeo que corona al mejor club del mundo sigue siendo coto privado de europeos y sudamericanos.
La edición de 2007 del torneo, que arranca hoy con el partido entre el Waitakere United neozelandés y el Foolad Sepahan iraní, parece también a priori cosa de dos.
Boca, ganador de la Copa Libertadores sudamericana, y Milan, campeón de Liga de Campeones europea, no tendrán que disputar eliminatorias previas, por lo que jugarán directamente las semifinales el miércoles y jueves, respectivamente.
En cualquier caso, ese partido supone ya un paso más de los que tenían que dar antes de 2005, cuando la Copa Intercontinental se dirimía a un sólo partido entre los campeones de las confederaciones más potentes del planeta fútbol.
Ahora, el título se abrió a los clubes más fuertes de Africa, Oceanía, Norte y Centroamérica y Asia, además de un invitado japonés como deferencia al país anfitrión de la justa, cuya final se dirimirá el 16 de diciembre en Yokohama. Pero todas las apuestas coinciden.
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