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Mundial al rojo Ferrari

  • Alonso gana en Singapur y ya es segundo en la clasificación a 11 puntos de Webber, tercero ayer · Hamilton vuelve a retirarse

Fin de semana perfecto para Fernando Alonso (Ferrari), con la victoria, la pole y la vuelta rápida en carrera del Gran Premio de Singapur que le han permitido situarse en el segundo puesto del Mundial del Fórmula 1, que está al rojo vivo; que está al rojo Ferrari.

Tras la carrera nocturna en el circuito urbano de Singapur, el australiano Mark Webber (Red Bull) sale más líder de la clasificación tras su tercera posición al aumentar la diferencia con el segundo (Alonso) hasta los 11 puntos, ya que antes del fin de semana estaba separado por cinco puntos de Lewis Hamilton (McLaren). Y es que el inglés fue el principal damnificado de la carrera, ya que por segundo gran premio consecutivo, y tercero de los cuatro últimos disputados, no puso sumar punto alguno al tener que retirarse.

La cara opuesta a la del británico era Alonso. El asturiano volvió a ratificar su idilio con la noche de Singapur, donde de las tres carreras disputadas allí ha logrado dos victorias y un tercer puesto, si bien ayer ha tenido que sudar el triunfo. El hecho de haber agotado los ocho motores que como máximo pueden utilizar sin penalización motivó que el español tuviese un doble objetivo: el primero de ellos ganar la carrera y el segundo evitar castigar el motor para tenerlo más fresco para próximas carreras. Dadas las dificultades para adelantarse en el circuito urbano de Marina Bay entre coches con prestaciones similares, Alonso se dedicó durante casi media prueba a controlar a Vettel y a no castigar su propulsor, según reconoció el ovetense. Sin ser una carrera caótica, el Gran Premio de Singapur sí que contó con dos salidas del coche de seguridad que bien pudieron cambiar el resultado final. La primera de ellas en la vuelta dos y la segunda, justo en el ecuador de la prueba.

Alonso mantuvo la primera posición en la salida pese al empuje de Vettel y a su mal arranque. El español controló bien al alemán cerrándole la puerta y pronto puso una distancia de seguridad con su perseguidor imponiendo su ritmo, hasta que el safety car entró en escena a causa de un incidente entre Liuzzi (Force India) y Heidfeld (BMW Sauber) que dejó al italiano parado en medio de la pista.

Webber, que era quinto, decidió arriesgar y fue el único de los aspirantes a la victoria que pasó por boxes en ese momento. Esa estrategia le habría llevado al éxito en el caso de que los neumáticos de los primeros clasificados se hubieran desgastado pocas vueltas más tarde. Pero eso no sucedió, Alonso y Vettel se escaparon y fueron inalcanzable para el resto, incluidos los McLaren de Hamilton y Button.

La carrera permaneció en stand by hasta la vuelta 29. Fue el momento escogido por los dos líderes, que se marcaban mutuamente, para efectuar el cambio obligatorio de neumáticos. El trabajo de los mecánicos de Ferrari fue sólo comparable a la perfección de un reloj suizo y el asturiano pudo reanudar su marcha en la primera posición. Tampoco hubo sobresaltos en el taller de Red Bull y Vettel, que tuvo un leve fallo en la arrancada, seguía siendo la sombra amenazante de Alonso.

Sin embargo, poco después iba a pasar de todo. En la vuelta 32 una colisión a la entrada del túnel, cuando el japonés Kamui Kobayashi (Sauber) se golpeó contra las protecciones y el Hispania de Bruno Senna chocó contra él, motivó la salida del coche de seguridad y dio un cierto respiro a Alonso cuando su perseguidor le venía recortando tiempo.

Además, en la vuelta 35, Mark Webber, que había superado a los dos McLaren tras el paso de éstos por boxes, dejaba fuera de combate a Hamilton al tocarlo por detrás cuando el británico lo había superado en una curva. A partir de ese momento la guerra entre Alonso y Vettel se recrudeció y empezaron a intercambiarse vueltas rápidas con una separación entre uno y otro de un segundo. El asturiano, sin embargo, aguantó bien la presión del teutón para cruzar la línea de meta como ganador.

Menos fortuna tuvo Jaime Alguersuari (Toro Rosso), al que una fuga de agua en un radiador obligó a iniciar la carrera desde el pit lane. El catalán remontó posiciones hasta la duodécima, por delante de su compañero, el suizo Sebastien Buemi.

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