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Nadal se inclina en la final de Rotterdam

  • El balear sucumbe, con 'rosco' incluido en el tercer set, por el juego potente de Murray y las molestias en la rodilla derecha

El español Rafael Nadal, número uno mundial, sucumbió en la final del torneo de Rotterdam (6-3, 4-6 y 6-0) mermado por el dolor que invadió su rodilla derecha y también por el juego potente de Andy Murray, segundo cabeza de serie del torneo que no necesitó exprimirse para llevarse el trofeo holandés sobre moqueta.

Nadal no se encontró cómodo en ningún momento, pese a lo cual tiró de orgullo, primero para equilibrar el partido y después para jugar el último set en vez de optar por la retirada, una vez que su físico ya no permitía culminar la remontada. El 'rosco' final es la mejor muestra del estado en el que el mallorquín afrontó la última parte del choque.

Con todo, Nadal batalló en el primer parcial pero Murray aprovechó una de las dos bolas de break que disfrutó y no dejó margen para la maniobra de su rival, que en el inicio del segundo set descubrió su verdadero estado físico. Con 2-1 a favor, Nadal solicitó ayuda médica en la rodilla, mostrando signos de dolor.

Extrañamente, el partido entró entonces en una espiral de roturas de servicio: los finalistas se castigaron con siete breaks consecutivos. Nadal empezó a bajar su rendimiento de forma lógica, pero Murray, en lugar de aprovechar la lesión para zanjar el partido, se dejó atrapar por la duda, sobre todo con su servicio, y acabó perdiendo la manga.

La final quedó abocada entonces a un curioso tercer set, que debía aclarar la dolencia de Nadal y la confusión de Murray. Sin embargo, la rodilla del número uno zanjó cualquier debate.

Nadal, tras perder frente a Murray, aseguró que pese a los problemas que tuvo en su rodilla derecha el partido se lo llevó este porque "simplemente jugó mejor y yo no pude dar más".

El balear, que el año pasado sufrió una lesión en su rodilla derecha que le privó de disputar la recta final de la temporada, restó importancia a los dolores que mermaron su juego durante la final. "No creo que esta lesión sea un problema serio, seguro que no es la misma que la del año pasado", afirmó el número uno del mundo.

Tras el segundo set, el manacorense pareció dudar sobre si seguir o no jugando la final, pero disipó las dudas diciendo que no era "buen modo" de finalizar el torneo de Rotterdam. "Era una opción para terminar el partido, pero no es un buen modo de acabar una final, no para mí, no para Murray y no para el público", dijo.

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