Anoche se terminó el plazo que el dueño del Oxipharma FS, José Antonio Murado, había dado para que el Ayuntamiento de Granada le permitiera jugar sus partidos de Primera División en el Palacio Municipal de Deportes sin tener que abonar el pago de los gastos, que exige el Consistorio y que están estimados en unos 200.000 euros.

Como durante toda la jornada de ayer no se produjo ningún cambio de posturas, Murado está en condiciones de cumplir su amenaza de retirar al equipo y renunciar, por tanto, al ascenso a la máxima categoría del fútbol sala nacional conseguido esta temporada.

Por tanto, todo está pendiente de la decisión que adopte el dueño del Oxipharma FS, que ayer no comunicó nada al respecto de forma oficial por estar fuera de Granada.