cb hospitalet | covirán granada

Primero Morón, después Hospitalet

  • Los de Pablo Pin se miden a un equipo que sólo ha perdido en casa ante Ávila y Navarra

  • Los catalanes han bajado su rendimiento en la segunda vuelta tras un buen arranque

El Covirán Granada arranca el último tercio de la competición con una salida muy complicada ante un equipo venido a menos en las últimas jornadas. Los de Pablo Pin se desplazan hasta tierras catalanas para medirse al Torrons Vicens CB Hospitalet, un conjunto que terminó la primera vuelta en la tercera posición a tan sólo una victoria de los granadinos pero que tras no entrar en la final de la Copa LEB Plata, ha bajado sus prestaciones y suma una partido ganado de los últimos cinco disputados. De hecho, viene de perder ante el colista, el Aquimisa Zamora, lo que le hace aún más peligroso.

Por tanto, los rojinegros acuden a Barcelona sin ningún tipo de confianzas pues tras la derrota de Alicante la pasada jornada en Morón, los granadinos dependen de sí mismos para lograr el ascenso directo. Empatado con La Roda a quince victorias, precisamente el próximo rival que deba pasar por el Palacio de Deportes, todo lo que sea igualar con Alicante supondrá quedar relegado al ganarle los de David Varela los dos partidos a los de Pin, pero con los manchegos, ante los que se cayó por cuatro puntos en la primera vuelta, ganarle el average es muy factible.

El técnico granadino podrá contar con toda la plantilla disponible una semana más

Sin embargo, antes del choque de la próxima semana, el cuadro nazarí debe vencer en una cancha donde únicamente Ávila (en la primera jornada de Liga) y Navarra han ganado, lo que indica el rival que tendrá enfrente el Covirán. El técnico granadino viene señalando a lo largo de la temporada el problema de sus jugadores a la hora de mantener la concentración en los partidos. Sea tema de concentración o simplemente de motivación, lo cierto es que citas como la de esta tarde puede marcar el futuro pues de vencer en Hospitalet, quedarían cinco encuentros en casa por cuatro fuera.

Con todo el plantel disponible una vez superados Alo Marín y Eloy Almazán sus problemas físicos que le han lastrado en las últimas semanas, los rojinegros se ven las caras ante un rival que fue repescado tras descender deportivamente la pasada temporada y que cuenta con una plantilla con mucho bagaje en la categoría.

Se trata de un equipo que no ha sufrido modificaciones en su plantilla con respecto al duelo de la primera vuelta y que tiene al séptimo máximo anotador de la categoría como es el joven escolta norteamericano Devin Schmidt.

Además, Hospitalet cuenta con jugadores interiores peligrosos como Johan Kody, que la pasada campaña jugó en Albacete y Zamora y que va muy bien al rebote ofensivo, o el duro georgiano Shota Gelazonia, el jugador con mejor porcentaje en lanzamientos de dos de toda la LEB Plata, nada menos que casi un 66%.

Los de Jorge Tarragona no dependen especialmente de nadie, son muy polivalentes y disponen con jugadores con mucha experiencia como Edgar San Epifanio, hijo del mítico Epi, o Iván García, un ala-pívot ex de Araberri de LEB Oro. Recuperado el base Xavi Guía de su lesión que le ha tenido fuera de las canchas gran parte de la temporada (tan sólo ha jugado ocho partidos), el otro playmaker, Pol Bassas, ha sabido asumir la responsabilidad en la dirección. La aportación de hombres como Diego Gallardo, incorporado una vez iniciada la competición, convierten al conjunto catalán en un duro rival y más ante su público.

Pero el Covirán tiene recursos más que suficientes para vencer en cualquier pista y más una vez recuperado Ferrán Torres, lo que permite una rotación más en la zona y por tanto aumentar el contacto físico en la pintura. Aunque sin duda, lo que debe mejorar y mucho es en el acierto en el tiro exterior. En los últimos cinco partidos, Copa LEB Plata incluida, los de Pin han lanzado 122 triples anotando tan sólo 28, un pírrico 23% que en cualquier otro conjunto sería una cifra para estar en la zona baja de la tabla pero el gran trabajo que hacen los nazaríes a la hora del rebote soslaya el escaso acierto desde más allá de 6,75. Una prueba de ello fueron las 55 capturas logradas el pasado sábado ante Plasencia. Dominar la zona será el primer paso para sumar la decimosexta victoria del curso.

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