Su padre vivió la época dorada del hockey en San Fernando. Sus ojos de niña se quedaron prendados del stick y, cuando tuvo altura suficiente para manejarlo, ya nunca se separó de él. Se trata de la gaditana Rocío Gutiérrez, capitana de la selección española, a la cual patrocina Iberdrola.

Tras contribuir a la victoria de su equipo, el San Fernando, en el Campeonato de Hockey Sala Juvenil Femenino en 2001, Rocío fue elegida para trasladarse al Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Madrid. Con varios años de antelación, fue convocada para formar parte de las selecciones nacionales sub-16, sub-18 y sub-21, a los 17 años de edad. Durante su estancia en el CAR, fue fichada por el Club Egara de Tarrasa, uno de los más antiguos de España y de la historia de este deporte, en el que jugó una temporada. "En el CAR estuve con Mónica Rueda y entrenábamos con jugadoras que habían sido campeonas olímpicas en Barcelona 92", recuerda.

Posteriormente, volvió a San Fernando para disputar la que ha sido hasta ahora su última temporada con el equipo de su tierra, ya en categoría sénior, y del que se trasladó definitivamente al Club de Campo de Madrid, el más laureado de España. Desde 2006, milita en dicho equipo, del cual es también capitana, fue entrenadora de su cantera, y con él ha ganado ocho ligas y reconocimientos tanto a título personal como colectivo.

Asimismo, Rocío fue seleccionada para jugar con la absoluta nacional, de la que formó parte de manera intermitente debido a los frecuentes cambios de seleccionador. Desde el año 2013 es fija en la selección, con la que ya ha cumplido los 120 partidos oficiales, siendo actualmente la capitana. En los Juegos Olímpicos de Río 2016 consiguió un diploma olímpico al acabar octava con España. De hecho, la selección femenina lleva 25 años sin ganar una sola medalla. "Si comparas España con Holanda o Argentina, la diferencia de número de licencias es enorme. La competencia es mucho más fuerte y, de esa manera, las jugadoras que llegan a la absoluta son mejores", analiza Rocío.

La selección holandesa tiene un cronograma singular: las internacionales se juntan para entrenar todos los lunes, martes y miércoles, dejando los entrenos con sus respectivos clubes para los jueves y los viernes. "Ahora en España está empezando a haber más competencia. Últimamente, los resultados no nos han acompañado, pero estamos mejorando mucho como selección", añade la defensa.

Rocío reconoce que, con el hockey, puede vivir "mes a mes, pero no guardar para el futuro". "Recibimos la Beca ADO, pero la cuantía va según resultados. Económicamente, nunca va a ser un deporte del que pueda vivir. Por eso, la ayuda de Iberdrola se agradece, porque la preparación será mejor al poder comprar mejores materiales", como el GPS que lleva cada jugadora, que permite saber datos sobre velocidad, distancia, pulsaciones, kilómetros recorridos... La tecnología al servicio de la garra de una ganadora empedernida.