El lateral del Real Madrid Sergio Ramos se defendió de quienes le acusan de ser un jugador duro y aseguró que no buscó lesionar a Leo Messi con la durísima patada que le propinó, y que le valió la tarjeta roja directa. "Me equivoqué dándole esa patada a Messi, pero no iba con la intención de hacer daño", explicó Ramos en rueda de prensa.

El jugador se mostró dolido con las críticas recibidas a su supuesta dureza. "Me siento mal. Por el simple hecho de hacer una entrada no tengo por qué escuchar que fui a partir a Messi. No calculé bien la acción y me equivoqué, pero nunca voy a hacer daño a ningún compañero", explicó.

El Real Madrid cayó por 5-0 el lunes ante el Barcelona y Ramos fue expulsado en el tramo final por una dura patada a Messi, quien se marchó del estadio cojeando por la acción. Las pruebas médicas detectaron después que sólo padece una fuerte contusión. Ramos, de 24 años, recibió en el Camp Nou su décima expulsión en la Liga española, aunque el defensa aclaró que no se considera un jugador duro.

Xavi, segundo capitán del Barcelona, calificó la patada de Ramos a Messi como "violencia extrema", aunque el jugador del Real Madrid sólo fue castigado con un partido de suspensión por tal acción. Durante el clásico, Ramos protagonizó otro incidente al retirarse a los vestuarios, cuando empujó a Carlos Puyol y Xavi, compañeros de la selección.

El jugador del Real Madrid confirmó que ya se disculpó con ellos. "Lo primero que hice fue hablar con mis compañeros porque ante todo somos un grupo en la selección", manifestó. Además, Ramos confesó que no le sentaron muy bien algunos gestos de jugadores del Barcelona, al entender que se burlaron de ellos con la goleada. "Gestos como los del Barça no sientan muy bien, pero el fútbol da muchas vueltas. Hoy estás arriba, pero mañana puedes estar abajo", concluyó.