ARCOS ALBACETE | COVIRÁN GRANADA

Seriedad y victoria

  • El Covirán completa su mejor partido de la temporada en la cancha del líder y logra un triunfo basado en el compromiso defensivo y la buena gestión de los ataques

El Covirán Granada regresó a la senda del buen hacer. Con ello, normalmente, los equipos ganan. Así que ante el líder no podía suceder otra cosa que los rojinegros se impusieran. Quizás fue el partido más serio de lo que va de temporada y ante el equipo mejor clasificado. Hubo juego, hubo cabeza, y hubo capacidad para reconducir el partido cuando se puso feo en dos momentos: cuando empató el Albacete tras volver del descanso y poco antes del final del tercer cuarto, cuando se pusieron a tres. El Covirán no se puso nervioso y mantuvo el guión triunfador de una noche en la que el Pabellón del Parque volvió a cantar eso de "¡qué bonito es...!". La buena selección de tiro llevó a un acierto del 53% y el abrumador dominio del rebote (28 a 45) son el resumen de la victoria en cifras.

El primer tiempo muerto no tardó en llegar. Ni se había jugado un minuto y medio cuando el técnico local detuvo el partido para frenar el 0-4 inicial de un Covirán que tampoco es que estuviera avasallando. Wright estaba relativamente cómodo en la pintura posteando y reboteando bien en ataque y defensa. Un triple de Carlos de Cobos comenzó el recital de ambos equipos desde la línea de 6,75. Al del brasileño le sucedió otro del cubano Elías, la primera canasta del Arcos Albacete, y a este le contestó Manu Rodríguez. De este a Covington y de nuevo el granadino para establecer el 6-14. Desde el perímetro es como logró mantenerse vivo y de qué forma el Arcos Albacete, que se calzó cuatro triples, 12 de sus 16 puntos del primer cuarto, al que se llegó con 16-22 porque el Covirán se atascó en ataque.

El equipo rojinegro siempre estuvo por delante en el marcado salvo con el 37-37

Fue con el cambio de Devin Wright por Ferrán Torres y de Carlos de Cobos por Carlos Corts cuando se le fundieron los plomos a los granadinos, que apenas consiguieron inquietar en el rebote y en ataque, con una canasta más apurada de Alo Marín y dos tiros libres de Bortolussi que situaron el tanteador en la mayor ventaja del periodo (10-20).

Le vino bien a los de Pablo Pin que el partido llegara al final del primer cuarto porque el Arcos estaba empezando a fluir algo mejor en ataque. El Covirán se rehizo y de entrada restableció el +10 de renta con dos canastas en la pintura de Eloy Almazán y Ferrán Torres (16-26) a 8:37 para el final del segundo parcial. Pero el encuentro no iba a seguir por los mismos derroteros y tras una fase de intercambio de canastas (22-30), a seis minutos para llegar al descanso al equipo de Pablo Pin se le hizo de noche coincidiendo con un incremento en la actividad defensiva del Arcos Albacete. Ni en la pintura pese a la vuelta de Wright, ni desde el perímetro, y mostrándose erráticos en la elección del tiro. Los locales, como hormiguitas, castigaron esa frugalidad en campo contrario para ponerse a tres con dos canastas de Covington y un triple de Livingston que colocaron el 27-30 con poco más de cuatro minutos de juego.

Pablo Pin paró máquinas y sirvió para emborronar el partido en ataque de Albacete, que hasta casi el descanso solo anotó un tiro de tres, mientras que Manu Rodríguez, con un triple y dos tiros libres por una antideportiva pitada al banquillo, dio algo de aire al Covirán, que terminó de nuevo ampliando el marcador a +7 con un largo ataque culminado por Corts (30-37).

Esa ventaja se liquidó demasiado pronto al comenzar el tercer cuarto. Con una caraja tremenda, el Arcos Albacete empató con cinco puntos de Covington, un tapón de Babatunde y una contra en la que machacó Elías. Pero no se pusieron por delante, lo que siguió dejándole un hilo de iniciativa al Covirán, que aprovechó gracias a que el ataque se serenó, volvió a dominar el rebote ofensivo, y cerró de nuevo la zona a las incursiones de Covington. Los rojinegros volvieron a poner tierra de por medio con un gran triple de Alo Marín (37-44). Al Albacete le costaba un mundo recortar y aunque a cuatro minutos tuvo un ataque para empatar (43-46), cuatro puntos seguidos de Corts y Bortolussi volvieron a dejar a los verdes compuestos y sin meterse en el partido.

De ahí al final del choque, el Covirán tenía que aplicar la misma receta: trabajar en defensa con fuerza y serenar el ataque buscando tiros fáciles y seguros como los que ayudaron a entrar en la recta final nueve arriba (48-57). Así, un 2+1 de Eloy Almazán despertó el último cuarto. El equipo local ayudó mucho con sus decisiones ofensivas, precipitado y abusando del ataque rápido y los tiros de tres que, esta vez, no entraban. El Covirán estuvo serio, ordenado e inteligente. La ventaja nunca decreció de los ocho puntos y subió poco a poco gracias al control, sobre todo, del rebote en ambas pinturas. Al final, doce arriba ante el equipo que iba líder (65-77). Una victoria que vuelve a poner al equipo no solo en el camino triunfal, sino en la vía a seguir para recuperar la seriedad.

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