El Sevilla perdió en París la oportunidad de clasificarse ayer para los dieciseisavos de final de la Liga Europa al salir goleado en su enfrentamiento contra el PSG (4-2), por lo que se jugará su pase a la siguiente ronda en la última jornada, ante el Borussia Dortmund alemán.

Los goles de Hoarau, por partida doble, Nene, y Bodmer, anularon el doblete que marcó Kanoute para salvar el honor del equipo sevillano, muy frágil en defensa.

El PSG fue quien golpeó primero en el marcador, y lo hizo por partida doble. Primero el centrocampista Bodmer se aprovechó de la inocencia de la zaga sevillista en un córner para firmar el 1-0 en el minuto 17 de partido. Sin tiempo para asimilarlo llegó el segundo tanto parisino, dos minutos después. Esta vez el goleador fue el gigantón Hoarau, otra vez en un lanzamiento de esquina.

En un abrir y cerrar de ojos el Sevilla se llevó dos golpes durísimos por no estar concentrado en las jugadas a balón parado, con lo que se veía obligado a ir a remolque. Pero la reacción de los de Manzano fue formidable y vino gracias al acierto rematador del malí Kanouté, que peinó de forma inapelable un gran centro de Capel desde la banda derecha para establecer el 2-1 y, acto seguido, remató de forma acrobática para igualar el duelo.

Cuando parecía que el Sevilla volvía a poner las cosas en su sitio, el PSG volvió a responder. Nené demostró una vez más que su zurda vale su peso en oro y estableció justo antes del descanso el 3-2 con un tiro a la escuadra de Palop. Y si encajar un gol justo antes del descanso es doloroso, recibir otro al minuto y medio de la reanudación es igual de doloroso. Lo hizo Hoarau. Y el Sevilla se quedó congelado en el Parque de los Príncipes.