Mientras el argentino Sergio Agüero da pasos cada vez más claros hacia el Real Madrid y la prensa deportiva asegura que el fichaje ya está hecho, todavía hay alguien que no cree que vaya a abandonar su actual equipo: el propio Atlético de Madrid.

Agüero anunció el 23 de mayo el final de su etapa en el Atlético de Madrid y pocas horas después aseguró que en dos semanas se sabría su destino. Puesto que ese plazo ya no es posible, continúan las especulaciones.

Nadie, salvo el Atlético de Madrid, confía en que el Kun siga de rojiblanco. Y cada vez son menos los que creen que no firmará por el Real Madrid, lo que confirmaría la peor pesadilla del hincha atlético.

"Todo el mundo sabe dónde seguiré mi carrera", afirmó el jueves Agüero en Canal 7 de Buenos Aires. Y agregó: "Todo se va a decidir cuando termine la Copa América".

No sólo eso. Bruno Satin, agente de Agüero a través de la empresa IMG, afirmó: "Si (los dirigentes del Real Madrid) deciden pagar la cláusula completa, la operación llegará a buen puerto".

Declaraciones suficientes para que las primeras páginas de los periódicos deportivos llevaran ayer la fotografía de Agüero para relacionarle inmediatamente con el Real Madrid.

Sin embargo, el Atlético de Madrid sigue sin creerse las dos cosas: ni que el jugador se vaya a marchar ni que el Real Madrid sea su destino.

El Atlético de Madrid presentó ayer a su nuevo entrenador, Gregorio Manzano, y buena parte de la rueda de prensa estuvo centrada en tratar el asunto de Agüero. "Kun es jugador del Atlético de Madrid y la institución ha dejado claro que, a día de hoy, no hay ninguna oferta oficial por el Kun Agüero. Me gustaría y desearía con todo corazón poder entrenar a Agüero y que se uniera a esa lista de grandes jugadores que he entrenado", dijo Manzano.

"Y me decepcionaría que el Kun al final se fuera, no por nada, sino porque para mí sería un orgullo y una satisfacción tenerlo a mis órdenes y que estuviera aquí con todos los atléticos disfrutando de su fútbol la próxima temporada", agregó el entrenador.

El Atlético continúa asegurando que hasta el club no llegó ninguna oferta por el argentino, cuya cláusula de rescisión, recuerdan, se sitúa en 45 millones de euros más los impuestos correspondientes. Es la única parte del conflicto que no se da por aludida.