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Sólo han quedado dos

  • Rubén Pérez y Babin son los únicos futbolistas del equipo base de la pasada temporada que permanecen en la actual plantilla tras la marcha de Rubén Rochina al Rubin Kazan

Si en los últimos años ha habido algún equipo de Primera División que se ha caracterizado por sufrir cada verano múltiples cambios en su plantilla respecto a la temporada anterior, ese ha sido el Granada CF. La salida del club de Gino Pozzo y de Quique Pina pudiera hacer pensar en un cambio de tendencia, en un giro hacia la continuidad, pero nada más lejos de la realidad. Aunque es justo aclarar que los nuevos propietarios y gestores de la entidad tienen muy poca o nula culpa en el hecho de que a estas alturas de pretemporada sólo permanezcan en el plantel nazarí dos de los once jugadores que formaron el once tipo de la pasada temporada.

Andrés Fernández, Miguel Lopes, Biraghi y Doucoure regresaron a los clubes que los habían cedido al Granada, aunque en las próximas horas el meta podría regresar al club nazarí para enrolarse de nuevo en la entidad.

Además, Ricardo Costa decidió no continuar en el Granada pese a tener un año más de contrato a la vista de que iba a tener pocas oportunidades con Paco Jémez en el banquillo, mientras que Success, El Arabi y Peñaranda fueron víctimas colaterales de la venta de la entidad, ya que sus derechos pertenecían a Gino Pozzo.

El nigeriano, debido al nivel exhibido, era casi imposible que se quedara; algo parecido ocurría con el marroquí, con el que el italiano pretende hacer caja tras sus buenos números en forma de goles la pasada campaña, aunque aún no ha encontrado acomodo pese a que estaba cerca semana atrás del fútbol qatarí.

Tanto los dirigentes rojiblancos como Jémez deseaban la continuidad de Peñaranda, más aún tras su buena actuación en la Copa América, mas el joven venezolano no demostró demasiado empeño por seguir aquí y ha acabado en el Udinese.

La operación de Rochina, que se ha precipitado en las últimas horas, ya es más que conocida. Ofertón al jugador de un Rubin Kazan que ha llegado a Granada con diez millones de euros. Todos los intentos de los dirigentes rojiblancos por convencer a un futbolista que Jémez consideraba clave en sus esquemas han sido vanos ante el interés de un equipo que le va a pagar más de tres veces más por año de lo que estaba cobrando aquí. Y ante todo esto, qué podemos hacer, pensarán Piru y compañía. Ciertamente poco.

De ese once base de la pasada campaña, Babin y Rubén Pérez son los únicos futbolistas que permanecen en la actual plantilla, dos jugadores que no levantan pasiones en Jémez. Cierto es que también se podría incluir ahí a Isaac Cuenca, jugador tapado por Success, Peñaranda y Rochina pero que en la segunda vuelta, sobre todo en el último tramo de Liga fue titular indiscutible y clave en la permanencia.

Pese a este desmantelamiento, los dirigentes rojiblancos mantienen la calma y el optimismo. Hay dinero, conocimiento del mercado y capacidad para firmar buenos futbolistas. Todo hace indicar que estos no tardarán en llegar. La afición suspira por las ausencias pero no da la espalda al futuro. Cinco mil abonados en menos de una semana. Lo nunca visto en los anteriores años en Primera. Pese a las bajas, hay fe en los nuevos gestores.

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