El Atlético prolongó su fiesta de este inicio de temporada con un nuevo triunfo, esta vez contra el Rayo Vallecano, al que superó con facilidad durante 80 minutos, dirigido por el brasileño Diego Costa, que fabricó y asistió en el 1-0 y el 2-0 y provocó el penalti del cuarto, pero con el que acabó pidiendo la hora cuando su oponente anotó tres goles (4-3) en los últimos minutos.

Hasta ese momento, el regreso a la competición del supercampeón de Europa, dieciséis días después de su exhibición contra el Chelsea en Mónaco, se había transformado en otra victoria inapelable, en la que ni siquiera necesitó apretar el acelerador para anular a su rival, que planteó un duelo valiente.

Pero la relajación colchenera dio paso a un final de partido en el que la amenaza se fue gestando tras el primer tanto, anecdótico, de Delibasic a ocho minutos del final. Pero dos goles más metieron el miedo en el cuerpo a los de Simeone.