Valladolid y Numancia ofrecieron un partido de rivalidad regional que fue una invitación al bostezo, aunque el empate final es más valioso para un equipo local que ya palpa la permanencia a pesar de su aciaga racha sin marcar goles, que ya supera los setecientos minutos. Ambos tenían urgencias y necesidad de puntuar, mucho más los sorianos, que si no ganaban ponían pie y medio en Segunda. El Numancia sigue teniendo muy complicado salir a flote en estos últimos partidos.
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