El Sporting inicia con el Sevilla lo que ya ha denominado la cuesta de febrero, en la que el conjunto gijonés deberá medirse a los más fuertes de la Liga española y la reedición de un inicio de competición en la que fue goleado sucesivamente por el propio Sevilla, Barcelona y Real Madrid, equipos a los que en esta ocasión la plantilla sportinguista espera poder tutear.

Los rojiblancos olvidaron ya su eliminatoria copera, aunque el presidente, Manuel Vega Arango, todavía no perdona la actuación arbitral de González Vázquez, al que responsabiliza en buena parte de no seguir en la Copa del Rey, y afrontan con un solo entrenamiento la visita del conjunto sevillano con el que se cerrará esta jornada.

Preciado no podrá contar con el central Neru que vio en Getafe su quinta tarjeta amarilla además de los lesionados Cuéllar y Andreu y mantiene hasta última hora la duda sobre el estado de otro central, Gerard, por lo que esta posición es una de las que presenta dudas para el encuentro de mañana en el que el Sevilla también tendrá bajas importantes como la de Luis Fabiano.

El Sevilla, relanzado en su moral y autoestima después de superar al Valencia en los cuartos de final de la Copa del Rey, buscará la victoria que le afiance en los puestos de Liga de Campeones, objetivo principal marcado por el club para esta campaña.

Los sevillistas, con su clara derrota en el Sánchez Pizjuán ante el Racing (0-2), desperdiciaron la pasada jornada una gran oportunidad de distanciarse en siete puntos del cuarto y quinto clasificado, el Valencia y Villarreal, respectivamente, por lo que ahora viajan a Gijón con la idea de reencontrarse con el triunfo liguero después del buen sabor que dejaron el jueves en la Copa.

La saturación de partidos al alternar en este mes los dos torneos hace que el equipo que entrena Manolo Jiménez afronte el choque algo mermado de efectivos y en el aspecto físico.