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Tiroteados a quemarropa

  • La victoria de la escuadra verdinegra se fragua en un gran porcentaje de acierto en sus lanzamientos: 50 por ciento en los tiros de dos, 48 en los de valor de tres y 80 desde la línea de personal

Ojo sobre la amenaza desde la línea de 6,25. Literalmente así rezaba una de las claves que se recogía en la previa del encuentro que ayer protagonizaron el Club Baloncesto Granada y el DKV Joventut. Fue como mentar a la bicha, porque los triples fueron, a lo largo de todo el enfrentamiento, un auténtico martillo pilón que, sin piedad, machacó continuamente las aspiraciones del conjunto entrenado por Trifón Poch de sumar su primera victoria en el Palacio desde que comenzó 2009, año en el que, de momento, se han invertido las tendencias: ahora se gana fuera y se pierde en casa.

Pero si una de las claves de la derrota granadina estuvo en la puntería de los rivales en los triples, no hay que dejar pasar un pequeño detalle como es la falta de tino de los locales desde la línea de personales, pues se fallaron ocho tiros. La cuenta es fácil de hacer.

De los 25 puntos que sumó la Penya en el primer cuarto, 15 fueron gracias a muñecas prodigiosas. Cinco triples, cinco triplistas. Dato que indica claramente la amenaza exterior de los de Alonso, donde cualquiera enchufaba. El que abrió la lata fue Ricky Rubio cuando ni siquiera se había jugado un minuto. En el campo local, llamativo fue que de los 22 puntos anotados, diez llevaron la firma de Jimmie Hunter, que estuvo más efectivo en las cercanías de la canasta.

En el siguiente acto, el Joventut se moderó en sus triples, si bien los dos que intentó pasaron por el aro. En este cuarto fue Moiso el que hizo mucho daño en la 'pintura'. En el otro lado, guarismos parecidos, si bien una técnica a Hunter secó de lleno la pólvora del estadounidense. El CB Granada hubiera llegado por delante al descanso si no hubiera fallado cuatro tiros libres.

En la reanudación, se reanudó, valga la redundancia, el festival de triples visitantes. Otros 15 puntos obtenidos por los jugadores del Joventut desde más allá de la línea de -ya lo han adivinado, seguro- 6,25. Mallet y Bogdanovic, además, provocaron admiración entre el respetable. Una técnica a Jagla llevó a los catalanes a sumar cinco faltas demasiado pronto, lo que provocó que en el tercer acto el CB Granada lograra la mitad de sus puntos a base de tiros libres. Del otro tanto, Borchardt se dejó notar con un mate en un rebote ofensivo y un palmeo sobre la bocina en el que, además, sacó un tiro adicional.

Si tres fueron los puntos de ventaja que logró el DKV en la primer cuarto, tras los dos siguientes igualados en los guarismos, en el último se volvió a repetir la historia. Otros tres más para un total de seis de ventaja en el marcador final.

El equipo de Badalona vivió en el último acto de su acierto desde la línea de tiros libres y de los errores del CB Granada. Entre ellos, que los hubo de todos los colores, dos debajo del aro a cargo de Maric. En los últimos diez minutos los verdinegros sólo anotaron dos triples. Y fallaron seis, seis posesiones de las que apenas sacó fruto el conjunto anfitrión, que 'murió' acribillado.

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