RUGBY DIVISIÓN DE HONOR B

El 'Uni' continúa gripado

  • Los granadinos siguen sin puntuar y reflejan un bajón muy acusado en su juego

  • Las pérdidas de balón por culpa del barro fueron claves

El tercera línea universitario Álvaro Barrientos, autor del ensayo local, pasa el oval antes de ser placado por un cacereño.

El tercera línea universitario Álvaro Barrientos, autor del ensayo local, pasa el oval antes de ser placado por un cacereño. / CARLOS GIL

Lejos del avanzar, el Universidad de Granada da pasos atrás. Involución en el juego, en los resultados y en las sensaciones, malas porque no solo no se puntúa ante equipos que, pese a tener más potencial, a poco que se hicieran bien las cosas se les podría sacar rédito. El 'Uni' parece haberle perdido el pulso a la Liga cuando parecía haberlo hecho, sobre todo tras visitar al Ciencias. El partido de ayer era una buena oportunidad para corregir errores y mostrarse competitivos pero no fue así. A los arlequinados ya no les vale con fogonazos de rugby. Los puntos deben llegar pero no lo hacen (5-27b).

El marcador se fraguó en la primera parte, donde llegaron todas las anotaciones. Quizás en los peores minutos de lo que va de campeonato del 'Uni', el Cáceres, a poco que apretó, consiguió sus cuatro ensayos, su bonus, y un partido que no corrió peligro. Bien es cierto que tuvieron suerte. El arranque local fue bueno, tocando mucho balón a pesar del mal estado del campo... Que en este caso favoreció a los extremeños. A Asier se le escurrió el oval y lo que fue un despeje del sudafricano Davoibaravi se convirtió en una patada a seguir que se aceleró al botar en un charco. Sin nadie en la retaguardia, el tres cuartos ensayó. De nuevo, puntos en contra al empezar.

16Pérdidas de posesión. Al equipo granadino se le cayó el balón de la mano demasiadas veces

Cada vez que el Cáceres pisaba la 22 local eran puntos en contra. Un ensayo de delantera y otro de Darío rompiendo dos tackles lo pusieron todo cuesta arriba. Los fallos a la hora de placar fueron decisivos en contra de los granadinos, errando 13 de 61 en total, la mayoría en el segundo acto.

La marca de Barri antes del descanso llevó cierta alegría a los granadinos, que tenían que cerrarse mejor en defensa y anotar tres ensayos más para meterse en el partido. Pero el Cáceres adormeció el partido y las constantes pérdidas de balón hicieron que el reloj corriera sin que el Universidad pudiera anotar. Y cuando podía hacerlo, las pelotas se caían de las manos. Fue imposible. A Fabián Pérez le sigue quedando trabajo.

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